El poderoso mercado ilegal de las autopartes robadas
es una consecuencia tan vieja como cantada de la alarmante escalada del
delito automotor.
Para frenar esta vieja modalidad, que el año
pasado experimentó una preocupante suba en el Conurbano, el gobierno de
la provincia de Buenos Aires pondrá en práctica la Ley de Grabados de
Autopartes.
La nueva normativa establece que todos los vehículos
deberán tener grabado el número de dominio en las puertas, el baúl y el
capot, tanto en el exterior como en el interior.
Fuentes del
Ministerio de Seguridad y Justicia bonaerense explicaron que la ley, que
todavía no tiene número y que fue sancionada por el Senado el 29 de
noviembre de 2012, será promulgada en febrero próximo, aunque recién
entrará en vigencia noventa días después.
Según el texto, el
grabado será “un requisito indispensable para circular y será exigido
por la autoridad de control a todo vehículo radicado en la Provincia”.
Los autos usados –dependiendo de su antigüedad– tendrán un plazo máximo de tres años para ajustarse a la normativa.
Los
modelos 2010, por ejemplo, deberán hacerlo en un año, mientras que los
vehículos con más de cinco años estarán obligados a regularizar su
situación antes de 2016.
¿Cómo se llevará a la práctica?
De
acuerdo con los datos obtenidos, un técnico realizará en la carrocería
un punteado con el número de dominio (de dos décimas de milímetro de
profundidad) que tendrá un tamaño de 35 milímetros de ancho por 7 de
alto.
Sobre cada parte grabada se colocará un calco autoadhesivo
transparente para permitir una mejor lectura del dominio y mayor
protección de la chapa.
Lo que todavía no se sabe es el costo que
tendrá el nuevo requerimiento, dado que a partir de la puesta en
funcionamiento una empresa homologada previamente por el Estado se
encargará de brindar el servicio. “El precio a abonar por el grabado de
ley será fijado por la Autoridad de Aplicación.
El canon que
deberán abonar las empresas prestadoras a la Autoridad de Aplicación por
el suministro de los elementos documentales y de seguridad será
establecido por el Poder Ejecutivo en un porcentaje del valor del
grabado”, explica el texto, al que tuvo acceso este diario. En la
provincia de Mendoza, donde rige una normativa similar, el grabado en
puertas y capot tiene un costo promedio de 150 pesos.
“La puesta
en práctica será un obstáculo más tendiente a la restricción de las vías
implementadas por el crimen organizado para plasmar sus objetivos”,
entiende Tomás Hogan, quien impulsó la ley cuando era diputado del
Frente para la Victoria. “El estricto control a implementar en la
compraventa de vehículos y autopartes desalentará a la población a
frecuentar personas y lugares que no cumplan con los requisitos; con
ello se logrará, adicionalmente, elevar el grado de concientización de
la ciudadanía a la par que su propia protección”, destaca.
El
ministro de Seguridad y Justicia de la provincia, Ricardo Casal,
reconoce que el robo de autos creció en el Conurbano. Sin embargo,
entiende que el delito “es estacional”, y explica que “el negocio crece
porque la venta de repuestos es un negocio muy grande”.
“La
sanción de esta ley va a ayudar a disminuir el robo de automotores
porque todos los vehículos van a tener que tener grabadas las piezas
para poder circular, lo que desalienta el mercado negro”, dice el
ministro sobre la normativa que entrará en vigencia.
Sin freno.
Las últimas estadísticas realizadas por el Centro de Experimentación y
Seguridad Vial (Cesvi) muestran un leve aumento en el índice delictual.
Entre enero y septiembre del año pasado se registró una suba del 4%.
Lo
más preocupante es que más de la mitad de los robos de autos se
concentran en el Gran Buenos Aires (59,3%). Especialmente en la Zona
Sur, donde se produjo un aumento cercano al 20 %. Otro dato es que
aumentó la violencia: en los últimos tres trimestres del año se
incrementó la participación de robos a mano armada en un 4%.
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