Disponible a partir de 27.200 euros, el nuevo CR-V de
Honda mejora en todos los apartados posibles en su cuarta generación.
Dos motores, uno de gasolina y otro diésel, forman una versátil y
atractiva gama que por primera vez tiene una versión de tracción
delantera solamente
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Cinco millones de unidades vendidas en todo el mundo avalan este automóvil.
Honda presenta la cuarta generación de su modelo CR-V
que tras 15 años en Europa llega a una atractiva madurez convertido en
un auténtico vehículo para todo. Automóvil de notable éxito en Europa y
también en España, Honda puede presumir de haber vendido cinco millones
de unidades de su CR-V en todo el mundo, en más de 160 países.
Un
poco más corto, algo más bajo y más ligero, el CR-V da un salto
cualitativo grande para rivalizar con todocaminos de prestigio como el
Audi Q3 o Q5, BMW X3 o Volkswagen Tiguan. De este modo, el nuevo CR-V
cuenta con una imagen sumamente atractiva, más estilizada y, sobre todo,
muy cuidada desde el punto de vista de la aerodinámica.
De su diseño destaca la mayor inclinación del parabrisas, una parrilla
frontal formada por tres barras horizontales y unos faros alargados que
se prolongan por la aleta delantera. Dependiendo del acabado, tiene de
serie luces delanteras y traseras de tipo led. En la parte posterior,
los pilotos siguen en posición vertical y el portón crece en dimensiones
(ahora está más cerca del suelo) para facilitar las operaciones de
carga y descarga.
Y también en este sentido Honda da un paso al
frente puesto que la capacidad de carga aumenta en 65 litros y llega a
unos generosos 589 litros, ampliables a 1.669. En el maletero desaparece
la bandeja de doble altura y otros dispositivos como los asientos
traseros deslizables o el pasillo central sin consola tampoco están
presentes en esta nueva generación. Nada grave porque el espacio
disponible para los pasajeros traseros es generoso y la capacidad del
maletero es más que suficiente para cinco personas. Asimismo, para
ampliar el volumen de carga, los respaldos se abaten automáticamente -y
de forma fácil- tirando de unas palancas colocadas en el maletero.
El
desplegado para devolver el asiento a su sitio no es automático, pero
requiere muy poco esfuerzo. Este sistema es el responsable de que el
CR-V haya perdido la posibilidad de desplazar longitudinalmente los
asientos de la segunda fila. Al verlo, la primera impresión es que Honda
ha querido darle un aire más de berlina de prestigio y no tanto de
monovolumen, aunque sin olvidar su vocación familiar.
Excelente Presentación
Disponible en acabados
Comfort, Elegance, Lifestyle, Luxury e Innova, todas las versiones
tienen de serie control de estabilidad y tracción VSA, control de
estabilidad de remolque TSA, climatizador de doble zona, programador de
velocidad, asistente de arranque en pendiente, pantalla en color y toma
USB. El acabado Innova, una exhibición en toda regla de lujo y
tecnología, incluye tapicería de piel, navegador integrado, techo
panorámico, control de crucero adaptativo ACC, sistema de mantenimiento
de carril LKAS, sistema de prevención y mitigación contra impactos CMBS y
alumbrado delantero activo. Y siendo un producto global que Honda ya
vende en Japón y en Estados Unidos, el modelo que llega a Europa tiene
un interior diseñado específicamente. Basta con sentarse al volante y
comprobar el excelente tacto de los materiales y la minuciosidad de los
acabados. Las holguras, simplemente, no existen.
Por otro lado,
la suspensión ha sido adaptada a las preferencias de los conductores
europeos, se ha rebajado el centro de gravedad y, en consecuencia,
balancea mucho menos en carretera.
En cuanto a motores, la marca
ofrece el mismo diésel 2.2 i-DTEC de 150 CV que destaca por su suavidad y
baja rumorosidad. Este eficaz motor diésel se ofrece únicamente
combinado con el sistema de tracción total AWD. La novedad es que hay
una versión de tracción delantera, más económica, con el motor de
gasolina de 155 CV. Más adelante, durante 2013, llegará un nuevo motor
diésel 1.6 que también utilizará el Civic. Hay mejoras importantes en la
dirección -eléctrica- y en la transmisión (Real Time 4WD) con un
diferencial que actúa más rápido ante pérdidas de tracción. Las
versiones 4WD pueden llevar cambio automático de cinco velocidades y las
versiones manuales incorporan un sistema de arranque y parada
automático y el dispositivo Eco Assist que ayuda al conductor a realizar
una conducción eficiente.
En marcha, el motor 2.2 i-DTEC de 150
CV sigue siendo un ejemplo de refinamiento mecánico y buenas maneras a
la hora de entregar su potencia. El tacto general del coche se aleja de
los todocaminos al uso para acercarse a las berlinas de prestigio.
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