lunes, 1 de agosto de 2011

Experiencia automotriz facilita deportivo mexicano.

La vocación automotriz que desarrolló México con la incursión de las grandes armadoras, abrió la oportunidad para que el proyecto de un deportivo de los hermanos Carlos y Daniel Mastretta sea factible.
De acuerdo con el análisis del proyecto que elaboró el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (IPADE), la viabilidad del proyecto se sustenta en la experiencia del sector automotriz mexicano, así como en el desarrollo de personal calificado para la manufactura, tanto de extruidos, como de inyección de plásticos y soldadura.
En opinión de Miguel León Garza, académico del IPADE que desarrolló el caso de estudio sobre el proyecto Mastretta MXT, el proyecto es factible.
Por su cercanía con la Ciudad de México, los hermanos Mastretta decidieron que el MXT fuera ensamblado en Ocoyoacac, Estado de México. La mayoría de las piezas y sub ensambles son elaborados allí.
El proceso de manufactura para construir el deportivo es prácticamente manual, por lo que se requiere personal calificado para los ensambles. El chasis se construye al unir los extruidos y las hojas de aluminio con un potente adhesivo de la industria aeroespacial.
En agosto, los Mastretta entregarán la primera unidad del automóvil deportivo Mastretta MXT con lo cual verán materializado un proyecto que inició hace un par de generaciones.
Aunque, por otra parte, el deportivo Mastretta MXT se enfrentará a un mercado de nicho gobernado por los autos de origen inglés.
El segmento donde el MXT pretende ganar participación es el mismo donde el Lotus Elise es líder de la categoría con un desplazamiento global de 3 mil 500 unidades anuales y con precios por unidad de 55 mil dólares.
En la categoría de autos deportivos que tienen un costo menor a 100 mil dólares a escala mundial sobresalen los de origen inglés con las marcas Provide, Virago Coupé, Marcos TSO, TVR y Lotus Elise; Estados Unidos tiene dos modelos en el mercado: Paños Ezperante y Factory Five y Brasil cuenta con el modelo Lobini, que distribuye 150 unidades al año.

 
El episodio Top Gear
 
El especialista del IPADE, después de conocer el proyecto a través de una revista especializada, se puso en contacto con los hermanos Mastretta para conocer con mayor detalle la empresa.
“Fui afortunado porque fue antes del episodio del programa de Top Gear, si lo hubiera visto después (a Carlos Mastretta), habría sido más difícil verlo porque recibía llamadas a cada rato, no me hubiera atendido, no hubiera tenido tiempo de nada”, relata el académico.
El académico se entrevistó con los emprendedores y les pidió su consentimiento para que el IPADE estudiara la viabilidad del negocio. Los empresarios dieron su consentimiento.
En los primeros días de febrero de 2011, Carlos Mastretta notó que el tráfico de visitas en su página de internet se elevaban de manera vertiginosa.
En un día el sitio pasó de recibir 400 a 40 mil visitas, debido a los polémicos comentarios que un trío de comentaristas británicos hicieron a propósito del modelo MXT y los estereotipos locales en el programa Top Gear, una serie de televisión de la BBC de Londres.
Al hablar sobre el MXT, uno de los conductores no daba crédito al costo de producción de una unidad al saber que la inversión es de 33 mil libras esterlinas. “No es suficiente, quién pagará el costo del diseño y del envío”, dijo.
Pero el costo por unidad que los hermanos Mastretta lograron obtener después de diversos estudios de viabilidad es de alrededor de los 35 mil dólares por unidad, de acuerdo con Miguel León, gracias a los diversos factores, pero sobre todo a la base automotriz con que cuenta el país.
México es el quinto exportador a nivel mundial con una producción anual de 1.8 millones de autos al año. El país más fuerte es Japón con 4.8 millones de unidades, seguido por Alemania con 4.5 millones de autos.
Los hermanos Mastretta lograron producir un alto deportivo de lujo a un bajo costo gracias a las ventajas que les ofrece el mercado doméstico.
El auto tiene un precio en México de poco más de 55 mil dólares y para hacer un pedido se requiere de un anticipo de 50%, lo cual les permite a los Mastretta contar con los recursos suficientes para terminar una unidad.
“El precio del Mastretta MXT es muy competitivo, sobre todo porque la parte de rendimiento sí está debidamente comprobada, y en precio estamos muy competitivos”, comenta el empresario Daniel Mastretta.
León apunta que “hay una infraestructura en México que les ayuda a hacerlo. Y el tercer elemento importante es el costo de la mano de obra del proyecto, que lleva más de 300 horas hombre por cada automóvil.
“Desde luego no puede ser una empresa integrada en la que haya grandes fábricas y grandes inversiones en instalaciones porque no hay dinero para eso”, comenta León.
El experto dice que los hermanos Mastretta contaban con sus ahorros de 27 años de operar la empresa Tecnoidea, una firma que se dedica al diseño de vehículos de bajo costo y alta eficiencia que tiene entre sus clientes a Volvo y Mercedes Benz
Hay dinero para el desarrollo del producto, pero no hay dinero para grandes instalaciones, entonces el planteamiento del negocio es así, vamos a hacer todo lo que podamos por fuera, todo lo que se pueda subcontratar lo vamos a subcontratar, comenta. “Entonces ellos hacen un diseño integral del automóvil y luego, por ejemplo, van con el experto en suspensiones y le dicen queremos una suspensión con estas características para este auto, van con el experto en frenos y le dicen quiero que me diseñes unos frenos para un buen auto deportivo de estas características, y así con todos sus circuitos de forma integral”, dice el académico.
 
Un proyecto de décadas
 
El Mastretta MXT es un proyecto que posiblemente inició hace 54 años con el sueño de Carlos Segundo, padre de los Mastretta, quien, en la cochera de su hogar, diseñó y construyó un primer prototipo con el nombre de Faccia Feroce (Rostro Feroz).
Años después, el MXT se desarrolló en la empresa Tecnoidea, una compañía de diseño industrial especializada en la fabricación de autobuses y vehículos en general, que dio inicio a sus operaciones en 1987 de la mano de los hermanos Carlos y Daniel.
En Tecnoidea se trazaron más de 25 modelos de autobuses para el Sistema Nacional de Transporte. El diseño siempre se enfocó en la creación de autos de bajo precio, por los requerimientos del transporte público mexicano.
Los automotores llevaron los íconos de AYCO, Internacional, Volvo y Mercedez-Benz, pero casi siempre, fueron modelos creados por los Mastretta.
Carlos, quien ahora es el director general de Mastretta Cars, laboró como director comercial de la transnacional Black&Decker a los 27 años, laboró como director comercial de Koblenz, Crolls y Aztlán Textil. A lo largo de su carrera, ha creado tres negocios exitosos.
Daniel Mastretta se convirtió en diseñador automotriz después de realizar proyectos relevantes. Hasta 2011, Daniel ha diseñado poco más de 30 mil autobuses que se han vendido en México y en el extranjero.
Ambos hermanos, tras varios años de análisis del mercado, decidieron, en 2005, que era el momento de llevar a cabo el sueño de convertirse en fabricantes de coches deportivos.
“Hemos analizado y evaluado, con mucho cuidado, la oportunidad de negocio y tenemos una razonable certeza de que tendremos mucho éxito con la oportunidad detectada y el modelo propuesto para explotarla”, asegura Carlos Mastretta.
De acuerdo con el IPADE, el antecedente del Mastretta MXT fue el MXB, un vehículo construido sobre un chasis recortado del Volkswagen Beetle.
La idea original de Daniel fue desarrollar un automóvil sobre esa misma plataforma, pero el proyecto se desecho en 2005. Los Mastretta iniciaron otra vez de cero.
La idea de ambos hermanos era construir un modelo que participara dentro del mercado de automóviles deportivos ligeros, con altos niveles de eficiencia en el motor, pero con un bajo impacto ambiental.
Después de casi cinco años de desarrollo, el costo aproximado del proyecto fue inferior a 6 millones de dólares. Fue así como surgió el Mastretta MXT.
El vehículo MXT podía ser clasificado como un Coupé deportivo biplaza ultra-ligero, con un peso bruto de tan solo 930 kilogramos.
El motor Duratec 2.0, de cuatro cilindros fabricado por la empresa Ford, fue modificado para ser turbo cargado, y podía desarrollar hasta 250 caballos de potencia con 250 lb/pie de torque, lo que combinado con el bajo peso, le proporcionaría altos niveles de rendimiento y confiabilidad.
De acuerdo a las especificaciones de Mastretta, el MXT podía acelerar de 0 a 100 km/h en 4.9 segundos, con una aceleración lateral de 1.1 g, una cifra propia de los autos súper deportivos.
 
El segmento de autos deportivos
 
Durante el análisis previo del mercado, Carlos y Daniel encontraron que había una gran diversidad de modelos de autos deportivos, los cuales se diferenciaban y segmentaban no solo por la marca y el precio, sino por las características del motor, el número de asientos o plazas y la tecnología aplicada, de acuerdo con información del IPADE.
El Mastretta MXT es un auto deportivo con motor central, dos plazas, construido con extruidos de aluminio y plástico reforzado RTM, en un rango de precio menor de 60 mil dólares.
De acuerdo con las primeras estimaciones, el tamaño del mercado de automóviles deportivos es de un millón 115 mil unidades anuales.
El mercado potencial para el MXT es de 200 mil unidades anuales.
Los objetivos de Mastretta Cars, que tienen a corto y mediano plazo, son producir de 75 a 100 unidades el primer año, para aumentar de manera gradual a 100 unidades por año, hasta llegar a 500 unidades en cinco años, con la oferta de dos modelos.
La ubicación de su mercado potencial se encuentra en Europa con 40%, Estados Unidos con 30%, Lejano Oriente y Oceanía con 20% y el resto del mundo con 10%, según el IPADE
¿Cuáles son los riesgos?, se le pregunta al académico.
“Que la gente no lo compre”, dice.
Pero el riesgo de largo plazo, prosigue León, es que Mastretta Cars tiene que desarrollar nuevos modelos. “Cuando menos, en tres años deben de tener un producto nuevo, mejorado o diferente”, dice el especialista.

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