miércoles, 3 de agosto de 2011

Probamos el poderoso AUDI TT RS.

¿Cuál es la diferencia entre los autos que se denominan 'de apariencia deportiva', un 'deportivo' y un 'súper deportivo'?, las respuestas podrían ser, velocidad, la apariencia o incluso el precio, pero realmente lo que les hace diferentes son las sensaciones que nos transmite cuando lo manejamos. El Audi TT RS nos deja sentir una contundente aceleración y un sonido de auto de carreras.

En cuanto a diseño posiblemente no se diferencie mucho del TT normal, ya que cuenta con pequeños cambios en la fascia, faldones, difusor, rines y claro ese alerón que se nota por donde se vea el auto. Estos cambios menores también se notan al interior ya que cuenta con algunos insertos en aluminio, volante forrado en cuero, y asientos tipo cubo, los cuales todavía tienen una versión más radical, pero esos son de acuerdo al pedido del cliente.

Pero donde todo cambia es la parte mecánica ya que las entrañas fueron revisadas o cambiadas, comenzando por el sistema de escape y la programación de la computadora a bordo y la mejoría del turbo, con lo que ahora el Audi TT con el apellido RS llega hasta los 340 hp con un par motor de 450 Nm, lo cual no suena nada mal para un motor de 5 cilindros y 2.5 litros.

La suspensión también fue mejorada así como la gestión de la programación en cuanto a los modos de manejo, que son normal, sport y manual gracias a la caja S Tronic de 7 marchas.


Pero bueno, pasando al lado pasional pudimos probar el Audi TT RS, primero al salir del Distrito Federal, donde pudimos comprobar que 'no pega con todo', la altura es justa para sobrepasar los topes de la calle, pero si merecen un especial cuidado los rines (19') y llantas ya que cualquier bache, hoyo, grieta o lo que sea podría causar un 'chipote' en la llanta o peor aún, llevarnos el rin.

En la ciudad destacó que no es un auto duro, y en el modo automático de manejo es dócil, entregando la potencia como cualquier auto. Tomamos rumbo hacía Malinalco Estado de México, que goza de un camino curveado enmarcado por árboles y vegetación y sí, un estado de la carretera muy malo.

Antes de ello tomamos la parte de autopista, donde el modo sport hizo su aparición y cambió drásticamente el sentir del auto, ya que aguantaba más tiempo las revoluciones entre cambios y permitía escuchar el bramido del motor y los cambios, un sonido que no era molesto al interior, pero es un hecho que buscarían tener la ventana abajo para escucharlo.

Por fin llegamos a la parte sinuosa, donde el modo manual salió a relucir convirtiendo al auto en diversión pura, casi como un videojuego, pero sin botón de 'restart', pisar fuerte el acelerador y cambiar con la paleta derecha para subir se convierte en una grata experiencia que te pega al asiento, por algo cuenta con una aceleración de 4.3 segundos (4.6 para el manual). La desaceleración no requería mucho el uso de la caja ya que los frenos de 18' pulgadas eran más que suficientes. Destaca que la medida de los discos de frenos es mucho más grande que cualquier auto subcompacto.

Malinalco, Pueblo Mágico, sirvió de escenario para nuestras fotos pero teníamos que apresurar el regreso debido a la lluvia que amenazaba, no pudimos escapar de Tlaloc y el camino sinuoso se hizo más complicado/divertido debido a la lluvia que ya había encharcado todo el camino y disminuía la visibilidad, obviamente bajamos el ritmo, pero seguíamos a buena velocidad y con el control total que brinda la tracción Quattro de Audi, que prácticamente mantenía en rieles al TT RS.

Todo lo anterior suena realmente bien, ¿no?, pero toda nuestra imaginación y fantasía choca con la realidad del precio ya que la versión S Tronic que manejamos tiene un valor de 88,800 dólares, además de tener que esperar alrededor de 3 meses para que nos llegue luego de pagarlo, más las cuestiones del seguro, alta, placas, bueno ya sabes de esos tormentosos trámites que podrían elevar el costo hasta pasados los 100.000 dólares.

Para que nos demos una idea, actualmente en México sólo existen 43 unidades entre las versiones roadster y coupe, sin duda un capricho que lo vale si tenemos una cuenta bancaria holgada.

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