Mariano Altuna ganó de visitante
Juntos. Altuna y Werner fueron durante toda la carrera de esa forma.
Foto: Gentileza Julio Blanco/El Diario-Paraná
Ante una multitud estimada en 40 mil personas, el “Monito” se manejó todo. Lo aguantó al local Mariano Werner y obtuvo el triunfo que se necesita como requisito indispensable para ser campeón.
Daniel Monticelli
dmonti@ellitoral.com
El duelo del TC en el autódromo del Club de Volantes Entrerrianos (CVE) de Paraná, empezó el sábado y terminó ayer. Es que Mariano Werner con el Falcon, le ganaba por apenas 095 milésimas la pole a Mariano Altuna (Chevrolet). Después de las series del domingo, los rostros lo decían todo: El local (el jovencito Werner), se bajaba después de triunfar en la primera con ciertas dudas por el rendimiento general del auto. Quizás puede ser la influencia del viento arriesgaba alguno, pero de todas maneras para la final había que hacer toques por el lado del chasis del Ford amarillo. En otro prolijo box (al igual que todos), estaba feliz el “Monito” bonaerense (nacido en Lobería), al vencer en la segunda batería. Es que por apenas 029 milésimas se llevó la serie más rápida y el derecho a partir primero en la final. Ésa fue la clave de la victoria para Altuna.
En una muy entretenida carrera, el piloto que lleva la atención del Alifraco Sport y los motores de Carlos Laboritto llegó al anhelado triunfo, después de soportar una y mil veces los embates del Ford que atiende en el taller de Paraná, el equipo del “Gurí” Martínez —ausente en pista por un golpe recibido en la cabeza mientras jugaba al fútbol durante la semana que pasó.
Esta victoria, trabajada por cierto, lo lleva a Altuna a soñar. Es que logró no sólo el puntaje mayor (que lo catapultó al tercer lugar del campeonato de la Copa de Oro), sino que además ya cumplió con el ítems excluyente del reglamento: ganar al menos una competencia en el año si se quiere ser campeón.
De hecho que con el segundo puesto de Mariano Werner (el tercero consecutivo de 2010), dejó como un pequeño sabor agridulce a propios y extraños. La mayoría de las más de 40 mil personas que se llegaron hasta el impecable autódromo entrerriano, querían verlo ganar.
No se dio, pero hay dos razones como para seguir creyendo que este pibe que, desde que aprendió a caminar, buena parte de su vida transcurre dentro de este circuito: 1) Está puntero en el campeonato con un buen margen de puntos (14,50 por sobre Ugalde y 16 con respecto al ganador de ayer). 2) Restan dos fechas para la finalización del torneo, La Plata y Buenos Aires. En esos autódromos, además de sumar puntos, tendrá que sacarse de encima esa pesada mochila (la de triunfar), para ser monarca del Turismo Carretera.
Prolegómenos
Por supuesto que el hecho de reducir todo a dos jornadas —se suspendió la actividad del viernes por el duelo a raíz del fallecimiento del ex Presidente Néstor Kirchner—, y la anticipada no presencia del “Gurí”, llevó en principio a tener cierta cautela y preocupación por parte de los organizadores y de la propia ACTC.
¿Cuánto público iba a acercarse a ver el TC? ¿Qué recaudación arrojaría? (se sabe que en esta categoría únicamente pagan los hombres, no así mujeres niños y jubilados mayores de 65 años). Pero desde el mismo jueves de a poco se fue disipando cualquier tipo de dudas. El sábado por la mañana ya estaban instaladas más de 20 mil personas y el domingo terminó siendo todo un éxito en este aspecto. Notoriamente, el público respondió nuevamente.
Después de la final del TC Pista (ver aparte), todos los pilotos del TC fueron encolumnados en la recta principal. Allí junto al gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, el titular de la ACTC, Oscar Aventín, todos los miembros de Comisión Directiva del CVE y otras autoridades invitadas, se hizo un minuto de silencio en memoria del Dr. Kirchner. Luego y a manera de arenga (al mejor estilo Indianápolis), Aventín pronunció: “Señores pilotos a sus máquinas, enciendan los motores y hagamos un homenaje al amigo desaparecido”.
La partida
Entre miles de papelitos al aire (y también en la recta principal, peligrosamente para los autos) el TC se puso en marcha. Altuna y el resto aceleraron a full. El Falcon de Werner lo buscó al Chevrolet del “Monito” desde el vamos y por todos lados. Le cambió los radios de giro, intentó en el curvón, en la chicana, en la recta de atrás de boxes, no había forma...
Al quedar medio enredado después de varias maniobras al límite, a Werner se le comenzaron a acercar Matías Rossi, Agustín Canapino (por momentos superado por Lionel Ugalde), Moriatis (hasta que el Ford del Lincoln empezó a perder rendimiento), Ponce de León, Girolami, Fontana (ambos con los Torino; el ex Fórmula 1 usó el del HAZ que dejó hace algunas carreras atrás el rafaelino Martín Basso) y Silva, entre tantos.
Pareció que en la vuelta 7 era la ocasión para que Werner quedara primero, después en la 10. En la 13 iban “pegados” —en ese giro se quedó Aventín, Ortelli no lo vió y lo chocó y ambos desertaron). En la 18 era impresionante la competencia, porque ya entraba en la foto el propio Rossi (apercibido por barrido de pista a Canapino), Ugalde y Canapino. Las tribunas (y los andamios), se venían abajo por quienes alentaban a unos y otros.
Pero Mariano Altuna (entre sus antecedentes figuran que corrió en el exterior y que en 1999 se convirtió en el ganador más joven del TC 2000, cuando venció con un VW Polo en Trelew), se aguantó “con todo lo que le tiró Werner”. No descuidó ni un centímetro de pista, no cometió el más mínimo error a pesar de que en sus espaldas estaba el “dueño de casa”. Con un “Chivo” que tenía un motorazo, ahogó el seguramente desenfrenado festejo de la hinchada local.
Sí, Altuna se llevó una victoria incuestionable porque desplegó todo lo que aprendió como “corredor de autos”. En tanto, Marianito Werner es el líder del torneo, pero tiene que ganar si pretende ser campeón.
Homenaje. En todos los autos del TC había un listón negro en señal de duelo por el deceso del ex presidente. Otros llevaban adhesiones, como el Dodge de Julio Catalán Magni, oriundo de Ushuaia, Tierra del Fuego. Foto: Agencia Télam
Con el “ancho de espadas”
Juan Martín Trucco se llevó, con el Dodge, la tercera victoria del año en el TC Pista, corrido ayer como telonero del TC en el autódromo del Club de Volantes Entrerrianos de Paraná. Mauro Giallombardo venía como para adjudicarse otra final, pero pisó con su Falcon una mancha de aceite (mostrada por los banderilleros después de que el puntero del campeonato se despistó), asumió el error que le cupo y le dejó servido el triunfo a Trucco, quien ahora decididamente le peleará el certamen. Segundo arribó Giallombardo y tercero finalizó Claudio Kohler (Dodge), quien se ubica segundo en la Copa de Plata, a 14,50 puntos de la mencionada “Rana”. Cuarto culminó el rafaelino Sebastián Porto (Chevrolet) y más atrás lo hicieron: Adrián Oubiña, Leonel Sotro (ambos con Ford), Daniel Grobocopatel (Dodge), Darío Laccette (Ford), Marcos Konjuh (Dodge) y Pedro Gentile (Chevrolet).
Este triunfo es para la presidenta (Cristina Kirchner), porque está pasando por un momento muy malo. No es fácil superar lo que está atravesando”.
Mariano Altuna
Ganador del TC
/// EL DATO
Calafell en el Oil
El santafesino Rafael Calafell, quien con esfuerzo triunfó en Europa y el mundo -es director de equipo del Triple H Racing Team Hegersport, con sendas Maserati en el Mundial FIA GT1-, arregló condiciones para asesorar al team Oil Competición de TC. En la escuadra donde corren “Pechito” López y los hermanos Emiliano y Nazareno López (hijos de Cristóbal) ya trabajó para el team desde esta carrera.
Empezó así. Adelante, Altuna, y lo siguen Werner, Canapino, Rossi, Ugalde, Ponce de León, Girolami, Fontana, Silva y el resto. Foto: Gentileza Julio Blanco/El Diario-Paraná
Banderazo. Terminaron como lo muestra la toma: la Chevy adelante y el Falcon detrás, por apenas centésimas de diferencia. Foto: Gentileza Julio Blanco/El Diario-Paraná
Sin champagne. Por el fallecimiento del Dr. Kirchner, no hubo festejos en el podio. Werner, Altuna y Rossi levantan sus trofeos.
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