miércoles, 23 de febrero de 2011

Autos Y Mandatarios.

Dignatarios y miembros de la realeza eligen coches únicos.


Los vehículos más elegantes han sido tradicionalmente convertidos en coches de Estado para transportar son  seguridad y representar la dignidad y estatura de sus pasajeros.
 
Se trata de autos que adquieren incluso interés histórico y técnico en sí mismos, debido a que fueron construidos con especificaciones únicas y que ostentan alfombras, tapicerías y cubiertas lujosas además de techos desmontables o puertas abatibles, blindajes especiales y que permiten la visibilidad para que los mandatarios saluden y se conecten con las multitudes.
 
En suma vehículos de gran lujo para pasear a sus ocupantes el día de sus investiduras, matrimonios y otras ceremonias sociales públicas.
 
La Reina Isabel de Inglaterra posee ocho limusinas de Estado en su flota real (dos Bentley, tres Rolls-Royce y tres Daimler), todas con blindaje máximo, suelo antiminas en su estructura y pintadas con los colores grana real; en cambio  los sultanes Qaboos de Omán y Hassan al-Bolkiah de Brunei, son los poseedores de las más grandes y fastuosas colecciones de Bentleys, Rolls-Royce, Mercedes Benz y limusinas Cadillac, con más de cien coches a su haber.
 
Fue en la década de los 20 cuando el vigésimo noveno presidente de los Estados Unidos, Warring Harding instituyó la moda de pasearse en lujosos vehículos al momento de la toma del poder, desfilando en un mítico Packard Twin Six. A partir de entonces en muchos países latinoamericanos los presidentes siguen esa misma tradición.
 
La costumbre americana ha sido escoger entre dos marcas nacionales Lincoln y Cadillac; Truman y Eisenhower utilizaron dos Cadillac convertibles, en tanto en una limusina Lincoln Continental fue abatido John F. Kennedy. Reagan fue transportado en un Cadillac Fleetwood al igual que Bill Clinton, mientras que el denominado “Obamamóvil” del actual presidente es un Cadillac One desarrollado por la General Motors y el Servicio de Inteligencia del vecino país.
 
El emperador del Japón, Aki Hito, por su parte utiliza un auto Toyota Real Century, aunque para las ceremonias usa preferentemente un Cadillac serie 75 y en ocasiones menos rigurosas de la estricta etiqueta nipona se traslada en un Mercedes Benz W07 770. El primer ministro menos afortunado, tiene que viajar en un común automóvil Toyota.
 
Otros miembros de casas reales poseen autos ecológicos como Alberto II, príncipe de Mónaco quien es el feliz dueño de un Lexus LS60h  híbrido y un BMW con pila de hidrógeno, a pesar que en las ceremonias oficiales suele llevar una limusina Rolls Royce y un Bentley; al igual que la Reina Sofía de España quien recientemente estrenó un prototipo eléctrico de 64 caballos de fuerza y 1230 km/h.
Más sobria, la Reina Margrethe II de Dinamarca, utiliza su limusina Rolls-Royce Silver Wrath, al igual que el rey noruego Halrald V, quien posee un Lexus LS 600h limousine. La casa real holandesa tiene una flota de nueve limusinas Cadillac y un Lincoln Continental.
 
Los automóviles que han saltado a la fama tras conducir a sus famosos pasajeron a su triunfal toma de posesión han sido:
 
El Ford Galaxie convertible XL de Michelle Bachelet y Sebastián Piñera, sucesivos presidentes de Chile, el Lincoln Town Car oficial de la nación ecuatoriana, las limusinas Lancia Flaminia del italo empresario y presidente Silvio Berlusconi, la unidad blindada Audi 8 que transportó a la familia argentina Kirchner en pleno y el BMW serie 7 que en Bolivia llevó a la asunción del indígena cocalero Evo Morales. Más recientemente dio mucho de qué hablar la limusina Rolls-Royce Silver Wrath con la que debutó la presidenta del Brasil, Dilma Rousseff.
 
En materia de tiranos, el ex dictador de Nicaragua, Anastasio Somoza, tuvo entre su flota real más de 20 limusinas Cadillac, en tanto el tres veces y todavía mandatario egipcio Hosni Mubarack salvó la vida en 1995 tras un atentado gracias a su fastuoso Mercedes Clase S blindado.
El plenipotenciario chino Hu Jintao se pasea en una limusina Hongji HQE, mientras que su homólogo ruso Vladimir Putin lo hace en un Mercedes Pulman.
 
Nicolás Sarkozy, premier francés apuesta por los vehículos nacionales como el Citroen C6, el Renault V el Satis o el Peugeot 607, mientras su par alemana Angela Merkel transita en un Audi A8L Security, los cuales están muy lejos de la magnificencia que ostentan algunos de los mandatarios latinoamericanos, aunque siempre habrá excepciones a la regla.
  
 
                                                   PAPAMÓVIL ELÉCTRICO PERO DE LUJO
 
El papa Benedicto XVI "estaría dispuesto a utilizar un papamóvil eléctrico", lo que "mostraría su preocupación por la ecología", declaró el cardenal Giovanni Lajolo, encargado del funcionamiento del Estado pontificio  En caso de que se haga realidad el deseo del Papa, el coche deberá ser de la marca Mercedes Benz que desde 1930 suministra los vehículos oficiales de El Vaticano.
 

Actualmente el papa se traslada en una SUV Mercedes-Benz G500 adaptada con techo antibalas desmontable y pasamanos para sujetarse firmemente.
 
El primer papamóvil fue una limusina Nürburg 460 Pullman que se entregó en 1930 y desde entonces Mercedes-Benz ha sido el proveedor exclusivo de vehículos para los Papas.
 
 
 
                                                         EL HEREDERO DEL COCHE DE HITLER

 
El fallecido y último Sha de Irán, Mohammad Reza Pahlavi, quien gobernó con total despotismo durante 38 años a Irán, atesoró en vida -echando la mano al tesoro de su país-, una de las mayores y mejores colecciones de coches clásicos del siglo XX. Mercedes-Benz, Volkswagen y Porsche diseñaron un coche sólo para él, el MPV Tehran Type, que le fue entregado como regalo.
 
 
Uno de sus pasatiempos consistió en comprar todos y cada uno de los modelos sucesivos del Rolls Royce Phantom desde la serie I hasta la VI.
 
También se dice que la colección cuenta con uno de los últimos Mercedes-Benz 500K sobrevivientes de la pre-guerra y que es fue el mismo coche que usó Adolf Hitler como transporte personal. 

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