jueves, 03 de febrero de 2011.
Su desembarco está previsto para el primer trimestre de 2011. No obstante, el mercado ya palpita la llegada del nuevo producto de la francesa Peugeot: el 408. No es para menos. Se trata de un modelo que, sin dudas, animará la pelea de los autos de lujo, luego de los últimos lanzamientos que realizaron el resto de las terminales, como el Fluence (Renault), el Cruze (General Motors), el Sentra (Nissan) y una nueva versión del Passat (Volkswagen).
El llamado segmento "M1" viene creciendo "rápidamente", según la visión de Alejandro Reggi, director Comercial de Renault. Su protagonismo se refleja en las estadísticas que aporta el propio ejecutivo: "Hoy, alcanza entre el 20% y 25% del mercado, con los sedanes medianos copando el 50% de las ventas. El resto se divide entre 'hatchback' y monovolúmenes, dos categorías que integran el segmento".
Si se tiene en cuenta sólo a los "sedanes", el menú es variado: la oferta alcanza a los 22 modelos. Y si se agrega los "hatchback", las opciones con las que cuenta el usuario ascienden a 38 versiones diferentes. Como se observa, hay para todos los gustos.
Pese a que se trata de unidades cuyo valor ronda entre los 90 mil y 130 mil pesos, la demanda no se detiene, por lo que las terminales pugnan por ganar una mayor participación dentro de ese segmento.
Ahora bien, ¿cuál es la razón que explica este fenómeno? ¿En qué se sostiene el interés de los fierreros? Lo responde Guillermo D'Andrea, consultor y especialista en Marketing del Instituto de Altos Estudios Empresarios (IAE): "Está un poco atado a lo económico. La perspectiva y la realidad de la inflación aceleran el gasto, por lo que hay plata para este tipo de consumos. Como sabemos, el segmento 'premium' se está moviendo".
Marcos Ferrario, analista del sector automotor de la consultora abeceb.com, coincide: "En la Argentina, esta categoría de vehículos sube desde 2003 a la fecha, sobre todo por el alza de los salarios".
Mercado en alza
Quizá, otra de las razones que podría explicar el crecimiento de la demanda de los autos de lujo también sea que el sector en su conjunto atraviese el mejor momento de su historia.
Al menos, Ferrario opina en ese sentido: "La industria está en un franco proceso de expansión. Estos nuevos modelos vienen a cubrir un segmento que las terminales tenían descuidado pero que es uno de los más dinámicos en el mundo. Son productos con un fuerte componente de la demanda externa, dirigidos principalmente a Brasil, donde las compañías están focalizadas hacia unidades más chicas y económicas".
La referencia no es casual, por cuanto las fábricas locales se especializan en lo que no se produce en las filiales, por caso, instaladas en tierras brasileñas. Por eso, en la actualidad este segmento representa el 13 por ciento de la producción nacional.
"En la Argentina, el perfil de fabricación está más asociado a este tipo de vehículos. En volumen, los chicos siguen siendo los que mayor protagonismo tienen. Pero, en el mercado regional, la industria local se especializó en este tipo de autos. Por eso, los lanzamientos más importantes de las terminales están asociados a este segmento".
Las opciones que presentan las diferentes marcas son numerosas. Ford juega con el Focus 2; Citroën, con el C4; VW, con el Bora y el Vento; Toyota, con el Corolla; Renault, con el Mégane 2 y, ahora, con el Fluence; Honda con el Civic y el City, mientras que Peugeot se anota con el 307 y, próximamente, con el 408.
"El líder es el Bora, porque es uno de los más económicos junto con el 307. Pero también se observa mucho la diferencia entre el tope y el base de gama de los distintos modelos. Están en el mismo segmento por cuestión de precios, pero hay una diferencia muy grande entre los extremos altos y bajos. Un Cruze vale un poco menos que un auto de alta gama, de las versiones base del Passat", agrega Ferrario.
Es una postal de un segmento que gana protagonismo en una industria que sigue haciendo historia. Gustavo Sencio - Especial para Estilo
El llamado segmento "M1" viene creciendo "rápidamente", según la visión de Alejandro Reggi, director Comercial de Renault. Su protagonismo se refleja en las estadísticas que aporta el propio ejecutivo: "Hoy, alcanza entre el 20% y 25% del mercado, con los sedanes medianos copando el 50% de las ventas. El resto se divide entre 'hatchback' y monovolúmenes, dos categorías que integran el segmento".
Si se tiene en cuenta sólo a los "sedanes", el menú es variado: la oferta alcanza a los 22 modelos. Y si se agrega los "hatchback", las opciones con las que cuenta el usuario ascienden a 38 versiones diferentes. Como se observa, hay para todos los gustos.
Pese a que se trata de unidades cuyo valor ronda entre los 90 mil y 130 mil pesos, la demanda no se detiene, por lo que las terminales pugnan por ganar una mayor participación dentro de ese segmento.
Ahora bien, ¿cuál es la razón que explica este fenómeno? ¿En qué se sostiene el interés de los fierreros? Lo responde Guillermo D'Andrea, consultor y especialista en Marketing del Instituto de Altos Estudios Empresarios (IAE): "Está un poco atado a lo económico. La perspectiva y la realidad de la inflación aceleran el gasto, por lo que hay plata para este tipo de consumos. Como sabemos, el segmento 'premium' se está moviendo".
Marcos Ferrario, analista del sector automotor de la consultora abeceb.com, coincide: "En la Argentina, esta categoría de vehículos sube desde 2003 a la fecha, sobre todo por el alza de los salarios".
Mercado en alza
Quizá, otra de las razones que podría explicar el crecimiento de la demanda de los autos de lujo también sea que el sector en su conjunto atraviese el mejor momento de su historia.
Al menos, Ferrario opina en ese sentido: "La industria está en un franco proceso de expansión. Estos nuevos modelos vienen a cubrir un segmento que las terminales tenían descuidado pero que es uno de los más dinámicos en el mundo. Son productos con un fuerte componente de la demanda externa, dirigidos principalmente a Brasil, donde las compañías están focalizadas hacia unidades más chicas y económicas".
La referencia no es casual, por cuanto las fábricas locales se especializan en lo que no se produce en las filiales, por caso, instaladas en tierras brasileñas. Por eso, en la actualidad este segmento representa el 13 por ciento de la producción nacional.
"En la Argentina, el perfil de fabricación está más asociado a este tipo de vehículos. En volumen, los chicos siguen siendo los que mayor protagonismo tienen. Pero, en el mercado regional, la industria local se especializó en este tipo de autos. Por eso, los lanzamientos más importantes de las terminales están asociados a este segmento".
Las opciones que presentan las diferentes marcas son numerosas. Ford juega con el Focus 2; Citroën, con el C4; VW, con el Bora y el Vento; Toyota, con el Corolla; Renault, con el Mégane 2 y, ahora, con el Fluence; Honda con el Civic y el City, mientras que Peugeot se anota con el 307 y, próximamente, con el 408.
"El líder es el Bora, porque es uno de los más económicos junto con el 307. Pero también se observa mucho la diferencia entre el tope y el base de gama de los distintos modelos. Están en el mismo segmento por cuestión de precios, pero hay una diferencia muy grande entre los extremos altos y bajos. Un Cruze vale un poco menos que un auto de alta gama, de las versiones base del Passat", agrega Ferrario.
Es una postal de un segmento que gana protagonismo en una industria que sigue haciendo historia. Gustavo Sencio - Especial para Estilo
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