miércoles, 7 de noviembre de 2012

Volkswagen Jetta Hybrid 2013.

Lo primero que llama la atención del modelo más novedoso de la sexta generación de Jetta es lo diferentes que son sus tres modos de conducción: estándar, E-mode y Sport. El mercado está lleno de autos en los que apenas se aprecia el cambio de un modo a otro. Por el contrario, en el Jetta parece que estamos hablando de tres motorizaciones diferentes.
En el modo estándar el motor eléctrico se ocupa de todo hasta las 37 millas por hora, siempre que no se pise mucho el pedal exigiendo aceleración o se esté subiendo una pendiente considerable. Mientras se maneje así, el motor de gasolina no sólo está apagado, sino que está totalmente desconectado de la transmisión para minimizar la pérdida de energía. En modo totalmente eléctrico el Jetta puede completar tramos de más de una milla.
Por otro lado, cuando entra en acción el motor turbocargado de gasolina, éste genera más energía de la necesaria para recargar así la batería eléctrica, que también se carga cuando se activa el freno. Una vez la batería esté cargada, aunque el auto esté circulando a velocidades superiores a 37 millas por hora, el motor eléctrico se encarga de todas las necesidades diferentes a entregar a la transmisión (circuitos eléctricos, luces, etc.) ahorrando así la energía residual que en otro auto se pierde en el alternador.
Otros híbridos generan energía eléctrica a partir del calor de la fricción del frenado. La novedad en el Jetta es que se incrementa esa necesidad de frenado al “desenganchar” totalmente el motor de la transmisión. Es decir, se elimina la opción de “freno motor” y, al tener el freno que hacer todo el trabajo, se genera más energía eléctrica.
Ese “desenganche” o desembrague del motor, que se produce en cuanto se levanta el pie del acelerador, independientemente de la velocidad, permite además que el planeo o “coasting” sea más eficiente, ya que se reduce el rozamiento. Si el coche “se deja ir” en llano o ligera bajada, es llamativa su capacidad para mantener casi la misma velocidad por muchos metros sin necesidad de acelerar.
El modo “E” maximiza la utilización del motor eléctrico, que puede llegar a utilizarse hasta a 44 millas por hora. Su eficacia se puede medir en el ya típico gráfico que informa sobre qué motor está enviando energía hacía donde y cuán cargada está la batería eléctrica. Pero lo realmente novedoso es el marcador de revoluciones. En vez del tradicional tacómetro se incluye un “Power Meter” que tiene diferentes tramos.
El primero (verde) indica la fase de regeneración, de carga de energía. El segundo, azul, muestra la zona más eficiente de manejo, fluctuando entre el motor eléctrico y el de gasolina. El tercero, semi-azul, marca los momentos en que sólo está activo el motor de gasolina, pero en los que la batería eléctrica también se está cargando. En el siguiente tramo desaparece el color azul: el motor sólo está siendo impulsado por gasolina y no hay recarga de la batería. En el último tramo, marcado en rojo, ambos motores –eléctrico y gasolina- están entregando potencia al mismo tiempo.
El modo Sport incrementa drásticamente la respuesta al acelerador, hasta el punto que el auto, simplemente, no se siente como un híbrido y la potencia se entrega desde bajas revoluciones. Ya sea en este modo o en otro, si se pisa el acelerador a fondo, el auto entra en periodo “boosting”, en el que los dos motores entregan potencia en conjunto hasta alcanzar el máximo de 170 caballos combinados. Aunque no es la cifra que buscan los compradores de un híbrido, es reseñable el hecho de que este Jetta alcanza las 60 millas por hora en 8.6 segundos.

Diseño y Acabados

En cuanto al diseño, el híbrido se diferencia de sus hermanos Jetta por el color de logo de VW, aquí en azul, las llantas y la parrilla frontal. Otros detalles, como una toma de aire específica para este motor y los bajos, también se han modificado para acomodar las necesidades del modelo. Junto a ello, también se han rediseñado el sistema de escape y los cristales del parabrisas y las ventanas delanteras para reducir sonido con excelente resultado.
Aunque el motor es exactamente el mismo y sólo se ofrece con una transmisión –automática de 7 velocidades con doble embrague-, sí hay posibilidad de elegir entre diferentes trims: básico (arranca en $24,995), SE (a partir de $26,990), SEL ($29,325) y SEL Premium ($31,180). El SE incluye luces traseras LED; el SEL calza rines de aluminio de 16 pulgadas y el modelo top de la gama viene con rines de 17 pulgadas, faros de bi-xenon, luces LED diurnas y faros de niebla.
Entres los elementos de confort comunes a los tres modelos se incluyen el climatizador dual –con capacidad de operar sin recurrir al motor de gasolina- y cuyo aire acondicionado luego se recicla para refrigerar la batería eléctrica, conectividad a través de Bluetooth y volante de piel. La pantalla de navegación y sistemas de sonido son más completos en los modelos SEL y SEL Premium.

Elementos de Seguridad

El Jetta Hybrid viene de serie con airbags frontales y laterales para piloto y copiloto, así como airbags de cortina lateral en las dos filas de asientos. Además incluye los habituales sistemas de ayuda: frenos antibloqueo y de asistencia hidráulica, control de estabilidad, distribución electrónica de la intensidad del frenado y el Sistema de Respuesta Inteligente al Choque, que desbloquea las puertas, cierra el flujo de gasolina y activa las luces de emergencia en caso de accidente.
En el precio final se incluyen todas las revisiones y mantenimiento en los primeros tres años o 36 mil millas.
El Jetta híbrido es una refrescante noticia para un segmento que necesita más opciones –y a ser posible menos aburridas- en el que Toyota Prius abrió brecha pero corre peligro de quedarse atrás ante el empuje de modelos como el último lanzamiento de Volkswagen.

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