En el cierre del noveno año deportivo, yendo desde Las Heras a Los Antiguos, el piloto Luis Comino, con Horacio Martínez como navegante, obtuvo el título del campeonato de regularidad organizado por el Club de Autos Clásicos de la Patagonia (CACP), con un VW Escarabajo 1957.
La prueba número 48 quedó en manos de los hermanos Mattozi, con un Ford Mustang 1965, representando a General Roca (Río Negro) y al club CAACEP.
Los ganadores de la última fecha dieron el batacazo, al ganarles a los experimentados candidatos locales y serios aspirantes al triunfo en cada ocasión que se encienden los cronómetros en la región. Así, los rionegrinos se quedaron con la Copa Challenger, aquella que premia a quienes ganan la última prueba de cada campeonato.
Los Mattozi se impusieron por apenas medio segundo sobre Luis Comino y Horacio Martínez. El piloto del VW obtuvo el título por amplio margen, con un triunfo y cuatro segundos lugares.
Tercero se ubicaron Gustavo Albarellos y Eduardo Fernández, ambos conocedores de lo que es ganar una prueba de regularidad y con un par de campeonatos entre sus antecedentes cercanos.
En el cuarto lugar, y mostrando progresos agigantados, quedaron Pablo Reyes y Gabriela Cortes, con el Chevrolet Corvette 1971, imponiéndose por poco a los experimentados Rosas y Hendic, con sus majestuosos autos Ford americanos de la década del ‘50.
La prueba número 48 quedó en manos de los hermanos Mattozi, con un Ford Mustang 1965, representando a General Roca (Río Negro) y al club CAACEP.
Los ganadores de la última fecha dieron el batacazo, al ganarles a los experimentados candidatos locales y serios aspirantes al triunfo en cada ocasión que se encienden los cronómetros en la región. Así, los rionegrinos se quedaron con la Copa Challenger, aquella que premia a quienes ganan la última prueba de cada campeonato.
Los Mattozi se impusieron por apenas medio segundo sobre Luis Comino y Horacio Martínez. El piloto del VW obtuvo el título por amplio margen, con un triunfo y cuatro segundos lugares.
Tercero se ubicaron Gustavo Albarellos y Eduardo Fernández, ambos conocedores de lo que es ganar una prueba de regularidad y con un par de campeonatos entre sus antecedentes cercanos.
En el cuarto lugar, y mostrando progresos agigantados, quedaron Pablo Reyes y Gabriela Cortes, con el Chevrolet Corvette 1971, imponiéndose por poco a los experimentados Rosas y Hendic, con sus majestuosos autos Ford americanos de la década del ‘50.
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