Apleno sol y con conductores vestidos de época se reeditó la centenaria carrera Recoleta-Tigre, organizada por el Club de Automóviles Clásicos, en la que se inscribieron más de 70 joyas mecánicas en excelente estado de conservación y funcionamiento. “Es una alegría que esta carrera iniciada en 1906 se haya reactivado por el esfuerzo del Club, que trabaja coordinadamente con el municipio, y ofrecer a visitantes y vecinos de Tigre un espectáculo singular en un marco único de verde y agua” dijo Sergio Massa.
El jefe comunal les dio la bienvenida a los automovilistas, prometió la repetición del evento para el año próximo y manifestó su orgullo por mostrar el Museo en un contexto de vehículos tan valiosos, que forman parte de la historia del automóvil. “Eventos como éste nos permiten mostrar a Tigre, porque queremos que la gente venga y disfrute con seguridad del espacio público con infraestructura adecuada. Recoleta-Tigre fue antaño una travesía que tenía como meta el lugar de descanso que era entonces, y el Museo tiene que ver con aquella época. Hoy aspiramos a un Tigre con oferta de verde, agua, infraestructura y seguridad, y podemos mostrarlo gracias a ustedes”.
“Esta carrera atrae a muchos turistas a ver el contraste entre el río, los autos antiguos y el Museo, una muestra fotográfica, y la Creóle Jazz Band tocando en vivo. Queremos que la gente lo disfrute. En un fin de semana, Tigre recibe a un promedio de 250.000 visitantes, que generan mucho movimiento en las Islas, el Puerto de Frutos, y en el Museo que siempre renueva sus muestras, todo en un marco de seguridad gracias a las cámaras y los móviles del municipio, al personal de Prefectura y Policía que vigilan. Esto es una forma que los visitantes disfruten tranquilos los espacios públicos, lo que es fundamental y muy importante para nosotros”, añadió el mandatario.
“Los participantes de la carrera vestidos a la antigua, la gente que disfruta del río, del arte y de la historia y pasea. Y es también un símbolo la presencia aquí del antiguo carro de Bomberos de Tigre, porque ayer y hoy llevamos adelante jornadas de capacitación de Bomberos, que hace a la seguridad”, finalizó Massa.
Entre las numerosas joyas mecánicas que participaron de la prueba, no faltó la presencia de la primera y centenaria autobomba de los Bomberos de Tigre, una chatita Ford T de 1918, restaurada por Antonio García y Miguel Guzzi, que terminaron el recorrido, y manifestaron que “es un honor mostrar esta verdadera reliquia de Tigre en esta marco”.
En esta edición de Recoleta-Tigre se inscribieron 70 vehículos, entre automóviles, motos y triciclos, construidos antes del 31 de diciembre de 1919. Es una competencia abierta, independientemente si el vehículo es a nafta, a vapor o eléctrico.
Al Museo de Arte Tigre, entre otros, arribaron un monocilíndrico de 1887, y otro eléctrico de 1896, que fueron los dos vehículos más antiguos que participaron.
El jefe comunal les dio la bienvenida a los automovilistas, prometió la repetición del evento para el año próximo y manifestó su orgullo por mostrar el Museo en un contexto de vehículos tan valiosos, que forman parte de la historia del automóvil. “Eventos como éste nos permiten mostrar a Tigre, porque queremos que la gente venga y disfrute con seguridad del espacio público con infraestructura adecuada. Recoleta-Tigre fue antaño una travesía que tenía como meta el lugar de descanso que era entonces, y el Museo tiene que ver con aquella época. Hoy aspiramos a un Tigre con oferta de verde, agua, infraestructura y seguridad, y podemos mostrarlo gracias a ustedes”.
“Esta carrera atrae a muchos turistas a ver el contraste entre el río, los autos antiguos y el Museo, una muestra fotográfica, y la Creóle Jazz Band tocando en vivo. Queremos que la gente lo disfrute. En un fin de semana, Tigre recibe a un promedio de 250.000 visitantes, que generan mucho movimiento en las Islas, el Puerto de Frutos, y en el Museo que siempre renueva sus muestras, todo en un marco de seguridad gracias a las cámaras y los móviles del municipio, al personal de Prefectura y Policía que vigilan. Esto es una forma que los visitantes disfruten tranquilos los espacios públicos, lo que es fundamental y muy importante para nosotros”, añadió el mandatario.
“Los participantes de la carrera vestidos a la antigua, la gente que disfruta del río, del arte y de la historia y pasea. Y es también un símbolo la presencia aquí del antiguo carro de Bomberos de Tigre, porque ayer y hoy llevamos adelante jornadas de capacitación de Bomberos, que hace a la seguridad”, finalizó Massa.
Entre las numerosas joyas mecánicas que participaron de la prueba, no faltó la presencia de la primera y centenaria autobomba de los Bomberos de Tigre, una chatita Ford T de 1918, restaurada por Antonio García y Miguel Guzzi, que terminaron el recorrido, y manifestaron que “es un honor mostrar esta verdadera reliquia de Tigre en esta marco”.
En esta edición de Recoleta-Tigre se inscribieron 70 vehículos, entre automóviles, motos y triciclos, construidos antes del 31 de diciembre de 1919. Es una competencia abierta, independientemente si el vehículo es a nafta, a vapor o eléctrico.
Al Museo de Arte Tigre, entre otros, arribaron un monocilíndrico de 1887, y otro eléctrico de 1896, que fueron los dos vehículos más antiguos que participaron.
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