El BMW 328 marcó un hito entre los deportivos de la década del 30 que y 75 años más tarde renace como un 'roadster', a manera de auto conceptual.
El modelo 328 de la prestigiosa casa germana fue uno de los autos deportivos más codiciados, diseñado por Fritz Fiedler y construido entre 1936 y 1940. El éxito se debió a sus líneas aerodinámicas, la construcción liviana con utilización de aluminio y magnesio, su esquema de suspensión y la motorización de avanzada.
Esta versión roadster, denominada 328 Hommage, traslada los principios y el carácter del 328 original en varios aspectos, como la parrilla cromada con las tradicionales formas de la marca, los faros redondos delanteros, las correas laterales y en la parte trasera se caracteriza por la protuberante tapa del tanque de combustible y luces de freno con la acostumbrada figura en 'L'.
Para lograr un peso de sólo 780 kilos, muchas piezas, tanto del exterior como del interior, fueron hechas en aleación de plástico reforzado y fibra de carbono, que le aportan una mayor estabilidad. No tiene puertas y el panorámico presenta un hueco en el centro, similar a lo de los primeros deportivos.
En el interior se visualizan superficies en aluminio y sillas en cuero. El tablero de instrumentos lo domina el tacómetro, con indicadores de temperatura de agua y presión del aceite. Adicionalmente, dos iPhone dentro de coberturas especiales, asumen las funciones de cronómetro y GPS.
Por el momento, BMW no ha dado a conocer las prestaciones del motor de seis cilindros y 3,0 litros que le incorporaron, pero muy seguramente irá acorde a su acertado trabajo estético.
Digna Presentación en Sociedad
El BMW 328 Hommage fue presentado hace algunos meses en la localidad italiana de Cernobbio (Italia) a orillas del Lago Como, con motivo del Concorso d'Eleganza Villa d'Este, que desde 1929, es una cita obligada para los amantes y propietarios de autos clásicos y antiguos.
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