La inclusión del Viper GTS aumentó la presencia de la marca Dodge en eventos deportivos, por ello el auto fue un emblema de las 500 millas de Indianápolis.
En 1996, junto con la segunda generación del Viper, Dodge introdujo el GTS, un coupé deportivo que tenía el famoso diseño en el techo conocido como “doble burbuja” que permitía albergar a dos tripulantes con casco, una novedad.
La fábrica motriz decidió entonces cristalizar dos convenios dentro del automovilismo deportivo europeo con Oreca de Francia y Reynard, del Reino Unido para realizar una versión extrema del GTS, denominada GTS-R.
Oreca se encargó de construir los autos mientras que Reynard se encargó de proveer las piezas de alto desempeño, y los resultados se vieron reflejados de inmediato con la excelente participación del auto en la competencia GT Championship de la FIA, en la categoría GT2, en la que triunfó.
El auto más exclusivo e icónico dio al piloto David Donohue las bases para que el equipó consiguiera el primer lugar en la división GT2 de las 24 Horas de LeMans en 1998.
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