martes, 12 de julio de 2011

Marchelli fue el matador de los Fiat 128 y Saccani redobló en el Tc 4000.

Otra vez el automovilismo de APAC mostró todo el abanico de posibilidades para un espectáculo que crece en cada encuentro, hasta un accidente que provocó mucha preocupación pero felizmente tuvo un final feliz.


Juan Pablo Demonte venía ganando la final del Turismo 1600 cuando en la última vuelta, al transitar la recta principal, salió despedido contra el muro de cemento a gran velocidad. Los servicios de rescate actuaron inmediatamente para comprobar que el piloto salió indemne de la situación. El comisario deportivo decretó bandera roja para la detención de la final y el triunfo del piloto de Corrientes.
Los Fiat 128 otra vez se hicieron cargo de un gran espectáculo en el que sobresalió Paolo Marchelli para ganar la carrera clasificatoria y la final de manera contundente.
El TC 4000 mostró lo suyo con la superioridad manifiesta del Ford y de Iván Saccani, quien se llevó para Corzuela el triunfo en la carrera clasificatoria y en la final.

Paolo Marchelli, otro actor entre los Fiat 128

Será un fin de semana que no olvidará el piloto del FF Racing. En la carrera clasificatoria largó desde la última posición. Peleó, luchó para llegar al triunfo y en la final le sacó el máximo rendimiento a su auto para ganar en una categoría en que nadie regala nada.
En la clasificatoria Pablo Zacarías, el “Gringo” Ramón Orcola, Angel Picchio con un gran auto, Luis Escobar, Franchini y Churruca fueron los encargados de mostrar todo lo que la categoría entrega en cada carrera. En medio de sorpasos, frenajes exigidos entre los protagonistas de la punta, Ricardo González Zund se sale del asfalto a la entrada a la recta principal y queda varado en el barro en un lugar muy complicado. La autoridad deportiva determina la intervención del auto de seguridad para sacarlo. Al quedar la pista liberada, faltaba solo una vuelta. En ese momento comenzó a fallar el motor del puntero Pablo Zacarías y Marchelli aprovechó para ejecutarlo en el opuesto y llegar a la victoria.
En la final, Marchelli no desperdició nada de su auto para ir a la punta. El susto fue cuando Nicolás Alegre se quedó parado en la largada por falla en el embrague y por milagro no lo embistieron.
Luego entre toques y fallas le fueron facilitando la carrera al ganador. Una fue cuando Luis Escobar y Angel Picchio entraron apareados a la recta principal y las gomas se montaron lo que produjo un fuerte trompo de este. Otro episodio fue el protagonizado por Ramón “Gringo” Orcola y Pablo Zacarías cuando se aplaudieron en la curva previa a la recta principal. Orcola salió despedido del asfalto y Zacarías se mantuvo para llegar tercero.
Luis Escobar intentó atacar al puntero pero Paolo Marchelli no cometió ni un solo error para llegar al triunfo.

El cohete de Iván Saccani en el TC 4000

No hubo nada que hacer. El Ford de Iván Saccani, motorizado por Mario Piersimonni, fue tan contundente que a sus rivales solo les quedó discutir por los puestos de escolta.
Ganó la carrera clasificatoria sin problemas mientras Demonte se retrasaba con problemas de suspensión que le provocaron varios trompos.
En la final salió a sacar diferencias casi insólitas en una categoría que venía mostrando paridad mecánica inclusive entre diferentes marcas.
Buchholz fue su escolta pero Alan Resanovich pronto dio cuenta del piloto de Gancedo en tanto la Dogde de Nelson Romaniuk mostró un potencial que ya lo pone entre los mejores de la categoría. La lucha quedó a cargo de Pochila Demonte en su remontada desde el fondo. Primero fue con Hernán Buchholz con el que se rozó y luego con Hernán Idoyaga. Precisamente fue con el piloto de Formosa con el que mantuvo un diálogo de voces fuertes en boxes tras la finalización de la carrera.
Quedó para el enigma si Saccani manejó las diferencias o realmente tuvo alguna fatiga mecánica que permitió que Alan Resanovich llegara segundo a tan solo a 217/1000, es decir por una trompa.
Bueno el trabajo de Hernán Idoyaga para llegar tercero con una Chevrolet, el de Augusto Carinelli, y atendido por el equipo de Daniel Quintana.

El susto de Juan Pablo Demonte

El Turismo 1600 reunió a solo seis autos. En consecuencia la dirección de la prueba anticipó que solo disputarían la final y no la carrera clasificatoria.
Pues la verdad es que Juan Pablo Demonte se tomó el buque con notable superioridad, escoltado lejos por Gustavo Oestmann y el Fiat Uno de Fernando Marano. Cuando faltaba una vuelta y la carrera era lineal, sin sorpresas, vino el gran susto. Cuando el VW Gol de Demonte transitaba la recta principal a unos 160 km/h algún desperfecto en el tren delantero, alguna rotura de algún elemento de suspensión, le sacó el volante de las manos para apuntar directo al murallón. Juan Pablo trató de evitar el golpe frontal lográndolo parcialmente. Su auto pegó reiteradamente contra el muro para salir despedido hacia afuera con la trompa de su auto destruida. Inmediatamente llegaron los rescatistas para comprobar que el piloto salió indemne de tan tremendo golpe. La carrera fue detenida con bandera roja por lo que el triunfo fue para Demonte, escoltado por Oestmann y Marano.
Fue un momento emotivo cuando su padre “Pomelo” Demonte le hizo entrega del trofeo en el podio tras un momento tan dramático.
Se cierra así otro capítulo de APAC. La próxima sería el lunes 22 de agosto ya que las elecciones primarias en nuestra provincia obligan a una postergación.

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