jueves, 16 de febrero de 2012

El transporte de los magnates, Rolls-Royce Ghost 2012.

 
  • Este lujoso vehículo tiene un costo de 385 mil dólares
 El Ghost es el menor y más reciente de los autos de la icónica firma británica Rolls Royce, parte del Grupo BMW desde 2002. Su lanzamiento fue visto con reserva por algunos, ya que la obvia intención al hacer un Rolls de menor calado que el Phantom era aumentar las ventas de la marca, un objetivo que de alguna manera ponía en riesgo la exclusividad de la empresa fundada por Charles Rolls y Henry Royce en 1904.

Aún logrando un año récord en 2011 con un crecimiento del orden de 31% sobre el periodo anterior, los tres mil 538 vehículos vendidos por Rolls Royce el año pasado ni de cerca la califican como una marca de volumen. Para tener una idea más clara, su principal rival, Bentley, vendió nada menos que siete mil tres autos en ese mismo periodo. Ferrari, tampoco una marca exactamente popular, también tuvo resultados cercanos a las siete mil unidades vendidas.

Así que, los que pensaban que el Ghost iba a “popularizar” a Rolls Royce, estaban felizmente (o infelizmente, para algunos) equivocados.

Precio: 385 mil Dólares


Características Técnicas y Mecánicas

Un error común es pensar que el Ghost es “un BMW Serie 7 con el logotipo de la doble R”. Sólo el 30% de las partes usadas en el Ghost son compartidas con el mayor de los Bimmers.

La carrocería del Ghost es tipo monocasco, hecha de acero, también usado en las puertas. Sólo el cofre está hecho de aluminio y esconde un motor de 12 cilindros en V, con 6.6 litros de desplazamiento, turbo alimentado, de inyeccción directa y con 48 válvulas. Dicha máquina le otorga un poder que llega a impresionantes 563 caballos de fuerza, incluso más caballaje que su hermano mayor, el Phantom, que “sólo” tiene 460 caballos. El torque, disponible entre 1,500 y 5,000 rpm, es de nada menos que 575 libras-pie.

La caja automática es compartida con el Serie 7, contando con la misma excelente transmisión de ocho velocidades, controlada electrónicamente y que se entiende de maravilla con el motor.

También la suspensión tiene diseño único, de doble horquilla delantera y multilink atrás, con nivelamiento automático por aire.

El conjunto es capaz de llevar a las cerca de 2.5 toneladas del auto a los 100 km/h en menos de cinco segundos, de acuerdo con los números oficiales.


Interior:

El lujo del Ghost es apabullante. cuenta con piel, madera, aluminio, cristal, espejos, alfombras y hasta cashmere (sí, las lámparas de lectura traseras están envueltas en cashmere) que componen el ambiente en un auto como este.
Por supuesto que toda la tecnología moderna se suma al estilo tradicional del lujo con el que está construido el coche. Ahí está el aire acondicionado con control individual para cada uno de los cuatro ocupantes. Están también unas mesas (hechas de un roble macizo y especial), así como los monitores traseros. Claro que el que ahí viaje, puede tener el derecho de controlar desde el sistema de navegación hasta la temperatura. En otras palabras, hay un “i-Drive” (el mando central de BMW) también para los que viajan atrás.

Como las puertas traseras se abren al revés de los demás autos, entrar y salir es mucho más fácil, pero estirar el brazo para encontrar la jaladera de la puerta exigiría un esfuerzo que el dueño de un RR no debe permitirse, por esto, hay un botón en el pilar C, para que la puerta se cierre de manera automática.

Como no cabe ninguna otra marca dentro de un Rolls, el magnífico estéreo sólo reproduce sus canciones como el mejor sonido que se haya escuchado en un coche, pero no está firmado por nadie más que la misma RR. De hecho, todo en el Ghost deja la impresión de ser lo mejor que un auto puede ofrecer, incluso, claro, la conducción.



Manejo:

Si el lujo -hasta la ostentación- queda claro en la forma y los materiales del Ghost, la palabra para la conducción es: simplicidad.

La palanca de cambios es chica, delgada y está ubicada del lado derecho de la columna de dirección. Sólo hay tres posiciones: P, R y D.

El auto se mueve tan suave que resulta difícil entender cómo es posible que algo tan grande y pesado, muestre la capacidad de “flotar” sobre las imperfecciones del camino, sin “lanchear” como los antiguos estadounidenses. Es como si el asfalto, en honor al visitante, se pusiera liso para darle paso al Ghost.

El volante es también delgado y esto, junto a todo el lujo de estilo clásico, nos llevar a pensar que sólo la gentileza es bienvenida, sólo tranquilidad es aceptable. Pero los 12 cilindros están listos para atender a la presión sobre el pedal de la gasolina. Tan confiada en su potencia está Rolls Royce, que se permite poner, del lado izquierdo del velocímetro, un reloj extra que marca la “reserva de potencia” del auto. A 100 km/h, aún le quedan 95%.

Conclusión:

El Ghost es un auto para pocos. Más allá de que esto resulte obvio por su precio, su diseño, los materiales de que está hecho, el silencio sepulcral de su interior, los varios detalles (como la sombrilla que va guardada en cada una de las puertas delanteras) son hechos para los que saben que la verdera diferencia, se encuentra precisamente en los detalles.

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