sábado, 11 de febrero de 2012

Toyota Yaris 2012 Fresco y Deportivo.


Toyota le sigue apostando a los autos de bajo consumo. Su ya afamado híbrido Prius ha demostrado ser eficiente y mantener su desempeño en velocidad. Pero no a todos les gustan los autos híbridos y sí quieren ahorrar unos pesos, más ahora cuando se pronostica que el precio de la gasolina subirá a 5 dólares este verano y que un conflicto en el Medio Oriente podría llevarlo a las nubes. Por eso el fabricante japonés está teniendo éxito con el Yaris, un auto más deportivo, pequeño, de bajo consumo, juvenil y lo más importante, buen precio.
El Yaris 2012 está disponible en su modelo básico L, LE de grado medio, y el más deportivo SE de acuerdo a sus niveles de acabado y en versiones de tres o cinco puertas hatchback, "Liftback" como dice Toyota. El Yaris sedán ha sido descontinuado por ahora. Según Toyota los autos hatchback de ventanas traseras en la actualidad representan el 70 por ciento de las ventas del Yaris, y la eliminación del auto de dos puertas ayudó a reducir el número de opciones de 24 a 9.
La figura del Yaris es más deportiva, rines de aluminio, parachoques delantero más agresivo, faros antiniebla, difusor trasero, que le dan una línea más juvenil y es que quizás ese es uno de los mercados objetivos de Toyota, jóvenes, mujeres, personas con espíritu deportivo, y también pensado en habitantes de ciudades congestionadas con poco lugar de parqueo. El Yaris es definitivamente un auto moderno para un mundo moderno.
No hay nada nuevo bajo el capó, 106 hp, 1.5 litros de cuatro cilindros, nada que le haga subir la adrenalina al conductor.
Las opciones de transmisión siguen siendo una manual de cinco velocidades y una automática de cuatro velocidades. Sin embargo, Toyota fue capaz de empujar la
economía de combustible al máximo alcanzando 30 mpg en la ciudad y 38 en carretera con la transmisión manual y 30/35 con la automática.
Vale la pena destacar la sensación de una conducción superior del SE que tuvimos la oportunidad de conducir en comparación con el más suave L y LE. Con la dirección un poco más rápida, llantas de 16 pulgadas (una pulgada más grande que las del L y LE), neumáticos más adherentes 195/50 y la suspensión deportiva, la SE tiene un mejor control. La respuesta del acelerador es más ágil, también, y los frenos mejores (discos en las cuatro esquinas) tienen un agarre real.
El tablero se mejoró bastante, se ha ido el diseño horrendo del tablero del modelo anterior, con sus medidores montados en el centro que sólo acentuaban la estrechez del vehículo. Para este 2012, los instrumentos (incluyendo medidores de plata) se han colocado en frente del conductor, al que pertenecen y el sistema de audio está ubicado dentro de un gabinete con los sistemas de navegación (en las opciones que lo tienen, el que conduje no lo tenía).
Al igual que el diseño, los materiales en el interior del Yaris también mejoraron. Eso si no se puede pedir más espacio en los asientos traseros y el baúl, aunque es decente para el tamaño del auto y bajando las sillas se puede acomodar un poco más.
El modelo básico L empieza en $14.875, viene de serie con aire acondicionado, un reproductor de CD, iPod y conectividad USB, y una serie de características de seguridad tales como control de estabilidad, asientos con reducción del latigazo cervical y nueve airbags (incluido el airbag para el conductor, airbags para las rodillas y el airbag antisubmarino del cojín del asiento frontal). El modelo LE hace la
vida más llevadera con la adición de ventanas y espejos eléctricos, Radio HD, conectividad Bluetooth, un asiento trasero plegable y divisible, controles de audio en el volante, empezando en $16.385 con tres puertas o $16.860 con cinco. Por último, el de cinco puertas de $17.160 SE añade control de crucero estándar y los asientos deportivos. La actualización a transmisión automática cuesta $800.
El Yaris pelea con otros en ese mercado de autos compactos, eficientes en combustible y fáciles de manejar, ya en gustos no hay disgustos y usted debe comparar los fabricantes para saber con cuál quedarse.

 

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