Los coches más increíbles y las carreras más emocionantes toman los circuitos de Xbox 360 para quedarse a solo unas décimas de segundo de la perfección automovilística.
La cuarta entrega de la franquicia nos pone a los mandos de cerca de 500 vehículos, pertenecientes a 80 fabricantes, entre los que no faltan mitos como Ferrari, Lamborghini o Aston Martin. Desde pequeños utilitarios hasta prototipos típicos de las 24 Horas de Le Mans, cada coche está tratado con gran mimo.
La simulación es excelente, tanto para puntillosos de la conducción como para pilotos primerizos, ya que las ayudas se pueden configurar de múltiples formas. En ese sentido, la recurrente opción del control de tracción está mucho mejor resuelta aquí que en otros exponentes del género. Si la deshabilitamos, el control es más nervioso, pero lejos de esa aberración de “chicane móvil” en que se convierte el coche en otros simuladores. Asimismo, tenemos la opción del rebobinado.
Los reglas admiten una variedad amplisima de ajustes (presión de los neumáticos, relación de marchas, apoyo aerodinámico…), en pos de sacarle milésimas al cronómetro.
Los entusiastas de la mecánica quedarán encantados con la cantidad de modificaciones y con su incidencia en la conducción. El comportamiento de los rivales también está muy bien resuelto y contribuye al realismo general. Aunque a veces pecan de pardillos si les zigzagueamos en las narices, los otros pilotos se muestran bastante dinámicos a la hora de tomar las curvas, e incluso cometen errores de pilotaje y se marcan “excursiones” por la hierba, pues no se limitan a avanzar “sobre raíles” como si sus trazadas estuvieran ya determinadas de antemano.
El modo carrera consta de 10 temporadas, con un total de 175 pruebas, lo que equivale a unas 20 horas de conducción.
Pero ahí no se acaba la cosa, porque hay cerca de 300 eventos (cada uno con varias carreras) que se pueden jugar de manera independiente y que garantizan infinitas horas a los mandos. Al superar cada prueba, recibimos dinero y créditos que aumentan el nivel de conductor y el de afinidad con la marca. Al margen de las carreras clásicas, hay eventos especiales, como tumbar bolos, atravesar puertas delimitadas por conos o encadenar múltiples adelantamientos. No obstante, se echan en falta pruebas de resistencia o retos alternativos, como sucede en Gran Turismo 5 con el karting, los rallies o la Nascar.
Forza 4 es el mejor simulador de conducción de Xbox 360, una maravilla que no debe faltar en vuestro garaje. Solo se le puede achacar que no tenga más variedad de pruebas y vehículos.
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