martes, 7 de agosto de 2012

Autos clásicos, un lujo revivirlos.

Por gusto y por nostalgia, coleccionistas invierten hasta 200 mil pesos para convertirlos en una joya.


La carrocería parece chatarra, podrían venderla "al kilo" por sus desperfectos, pero obtener esa pieza de auto el mayor reto para capitalinos que añoran los vehículos que no eran de plástico, esos que no se podían sustituir en cualquier esquina. Un Thunderbird, unMercury viejo, sin pintura y casi inservible puede encontrarse en 15 mil pesos, quizá menos, pero la inversión para que se vea como en la década de los 60 puede llegar a 200 mil pesos.
Pese a la entrada de nuevas tecnologías automotrices, el coleccionismo y la añoranza han llevado a la existencia de unos 39 clubes de vehículos antiguos. Éstos se presumen en la ciudad los fines de semana porque el tráfico diario no les permite ser un carro de circulación regular y si sufren algún daño se perderían totalmente por la falta de mecánicos especializados en modelos con más de 30 años.
Germán Lizano, integrante de la Federación Mexicana del Automóvil Antiguo y de Colección, explicó que fue en la ciudad de México donde comenzaron a reunirse los aficionados a los autos viejos, con la intención de "volverlos a la vida" con sus piezas originales.
"Para los que conocemos estos vehículos, el reto es volverlos a tener en las condiciones originales en que circulaban cuando éramos niños, para los jóvenes es un reto ver vehículos tan grandes y tan impresionantes que pueden diferenciarse fácilmente de los que hoy se fabrican; ahora lo que ellos conocen es de plástico, todo es sustituible, antes era todo reparable, conservable, esto les llama la atención", explicó.
A través de los clubes, se apoyaron para conseguir una pieza casi desaparecida por vieja, la llegaban a encontrar en tianguis como el de San Felipe de Jesús, en la delegación Gustavo A. Madero, en los desaparecidos deshuesaderos de Peralvillo, y hasta en pleno Centro Histórico. Esos lugares se fueron hacia Ermita Iztapalapa, en Santa Cruz Meyehualco.
"Había muchos deshuesaderos donde encontrábamos autos que se estaban desarmando, los estaban echando al kilo. De ahí sacábamos un faro, un limpiador, una manija que nos hacía falta", comentó.
Antes de desarmar el vehículo, hay que buscarle la mayoría de las piezas. Hace más de dos décadas, los apasionados del carro antiguo solían actuar por su cuenta. Los llamaban los "lobos solitarios", hombres que acudían a cualquier lugar en busca de un accesorio o una pieza para completar su unidad, podían tardar años.
Actualmente, esa labor la hacen entre los mismos grupos, a veces con los amigos, con los clubes o con ayuda de las nuevas tecnologías como internet.
Mustang, el consentido del DF
En la calle Carolina 109, colonia Noche Buena, delegación Benito Juárez, todos los días llegan niños a estamparse en los vidrios, quieren ver los carros de cerca, Mustang Fastback que parecen salidos de agencia, nadie pensaría que meses atrás lucían descuidados.
Desde hace 30 años, la tienda Mustang Import se dedica a la venta de este modelo que persiste en el gusto de los capitalinos, gracias a que es el único considerado antiguo cuyas piezas todavía se siguen fabricando.
Alejandro Moreno, ingeniero encargado de la tienda, aseguró que estos vehículos son más bellos que los nuevos, y más difíciles de conseguir. Agregó que "la gente los sigue buscando porque los añora, porque son más bellos que los nuevos y que son coches que no los puedes ir a comprar en cualquier esquina; entonces nosotros traemos las piezas para volverlos nuevos".
No son carros de todos los días, dijo, son una diversión y parte del entretenimiento en la vida decoleccionistas. Son apasionados de su auto que realmente tratan de tener el mejor auto clásico, se afilian a asociaciones y compiten.
También compran Mustang para no ser víctimas de la delincuencia, porque no son rentables para el mercado negro y son muy reconocibles.
Moreno mencionó que el valor de los autos Mustang aumentó con el tiempo. Así, un Hard Top que lo ofrecían a la tienda de la colonia Noche Buena en 10 mil pesos hace 23 años, hoy cuesta aproximadamente 290 mil pesos. Lo mismo ocurre para los convertibles y Fastback, que llegan a los 500 mil pesos y al año les invierten tres mil más.

Carros "Frankenstein"

En las calles de las Lomas de Chapultepec, las casas residenciales son el marco de un paseo a bordo de un Mustang 65. El auto está pulido, parece nuevo y es manejado por un joven de 25 años de edad, quien nunca vivió los años de esa década, pero que ahora lo lleva con rines de lujo, llantas grandes y un equipo de sonido inigualable.
La afición por los carros antiguos ha crecido en los jóvenes, sin embargo, Germán Lizano señala que hay un tipo de coleccionismo que va en aumento entre esta población que consiste en disfrazar una carrocería de hace 30 años con un motor de gran potencia con equipo de sonido de última generación.
Esta práctica es mal vista entre los coleccionistas, "es como matar al último tigre blanco de Siberia", afirma, porque se pierde el reto de conseguir las piezas y dejarlo lo más parecido posible a como lucía hace 30 años.
"Para algunos muchachos y hasta algunos coleccionistas les dicen ‘mira, conserva la carrocería, quítale todo lo de abajo, y móntalos sobre un chasis Galaxy y nos vamos a 150 km por hora a Acapulco'. Destruir es facilísimo, construir es lo que nosotros estamos tratando de imbuir en la mente de las personas; conservar los vehículos es más difícil y más valioso que modificarlos y alterarlos", dijo.
Afirmó que se debe valorar el trabajo de fabricación antes de pensar en cómo cambiar completamente los mecanismos internos de un carro modelo 55 o 60.
Quienes hicieron estos autos, mencionó, dejaron en las láminas dobladas lo mejor de ellos, lo mejor del cariño a su familia y lo mejor del cariño a su profesión, "¿qué derecho tenemos nosotros de alterar el trabajo de aquellas personas que nos antecedieron?"

Mecánicos en Extinción:

Antonio Anguiano es mecánico, a diario escucha las decenas de motores que alberga el Museo del Automóvil, en Coyoacán. Se sabe todos los modelos de memoria, admira cada pieza y tiene la habilidad de entender el idioma de las carrocerías y engranes. Con los sentidos sabe si suena la biela, la bancada o los pernos del pistón.
"Aprendí mecánica básica y si ven el carro y lo escuchan se dan cuenta que los nuevos modelos tampoco son tan diferentes desde el primer motor de combustión interna. ¿Cómo llegué al museo? Vi un anuncio de que solicitaban mecánico mayor de 50 años, se me hizo raro pero me metí, la intención era estar tres meses y ya voy para 10 años", comentó.
Él es uno de los mecánicos capaces de reparar vehículos que datan de hace 40 años o más. Estos trabajadores están en peligro de extinción en el DF, consideró el representante de la Federación Mexicana del Automóvil Antiguo y de Colección.
La mayoría de los mecánicos actuales, mencionó, son "cambia piezas" y los carros antiguos no pueden utilizar escáner, no tienen computador.
"A quienes tenemos coches antiguos pero no somos mecánicos, nos da terror cada vez que sabemos que don fulano de tal ya falleció o que menganito ya cerró su taller y ya no va a reparar más coches. Nos da pavor porque realmente estos coches requieren otra tecnología diferente a la de hoy", explicó.
Detalló que a las nuevas generaciones no se les enseña sobre los principios básicos, porque no es rentable, ahora todo es a través de una computadora.
Otro de los problemas a los que se enfrentan es la disminución de espacios para realizar muestras de vehículos. Germán Lizano recordó que anteriormente hacían desfiles sobre Reforma, pero ahora con el Paseo Dominical de las bicicletas, ya no lo pueden hacer, lo mismo ocurre con inmediaciones del Monumento a la Revolución e Insurgentes.
"El problema ahora es el tráfico. Antes íbamos a Xochimilco, Coyoacán, al centro de San Ángel, al Centro de la ciudad, a veces nos organizamos cinco o 10 y vamos a Toluca, con todo lo que es de peligroso", afirmó. Los coches de coleccionistas aún pueden circular en el centro de Coyoacán y el centro de San Ángel.

Placas para carros originales:

La Secretaría de Transportes y Vialidad (Setravi) tiene registradas nueve mil placas para vehículos antiguos, cinco mil durante la actual gestión gubernamental.
Francis Irma Pirín, directora general de Regulación al Transporte, dijo que para tener las placas, el Centro de Investigación e Innovación Tecnológica del Instituto Politécnico Nacional emite un dictamen, a fin de evaluar el auto y determinar que tiene 80% de piezas originales.
"Debe tener 30 años de antigüedad, no nos interesa la marca ni el modelo, que sea de más de 30 años", aclaró.
Por la edad de los autos, ya no verifican. La funcionaria mencionó que no es común verlos circular en la ciudad, sólo los fines de semana, aunque sí pueden hacerlo todos los días.
Germán Lizano aseveró que hay quienes obtienen el dictamen del IPN y sacan sus placas, pero tiempo después realizan modificaciones a los autos. En ese sentido, un pendiente que tendrá la siguiente administración es el reentarjetamiento de Auto Antiguo, revisando si los autos cumplen con 80% de originalidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario