jueves, 24 de marzo de 2011

Agil Y Muy Atractivo.

A su facilidad para moverse por el tránsito urbano, esta versión suma la extraordinaria sensación de manejar a cielo abierto. Cuesta 26.900 dólares, 2 mil más que el coupé. 


Cuando se piensa en un auto chico, urbano, automáticamente lo emparentamos con un vehículo económico. Pero el Smart no fue concebido de esa manera. Se trata sí del vehículo más “ciudadano” que hay en nuestro mercado y con sus formas y sus dimensiones (2,7 metros de largo) capta las miradas de todos en la calle. Pero eso tiene su costo: la versión Coupe cuesta 24.900 dólares, y la Cabrio, que fue la que manejó Clarín Autos , 26.900. Hay que reconocer que en Europa tampoco es un auto económico. Allí la gama arranca en los 14 mil dólares y con un nivel de equipamiento inferior al que se ofrece acá. Aún así hay una diferencia que la termina marcando el arancel de importación del 35% que se aplica en los importados.
En su reducida arquitectura el Smart cuenta con espacio para dos ocupantes que no lleven mucho equipaje, ya que la capacidad de su baúl es limitada. El espacio del que se dispone en el habitáculo es bueno para dos pasajeros. Las butacas son cómodas y se logra una buena posición de manejo. El único aspecto criticable del puesto del conducción tiene que ver con el pedal de freno, que está enganchado desde el piso. Esto hace que para activar el freno, el pie haga un recorrido de atrás hacia adelante, en lugar de hacerlo hacia abajo como en el resto de los autos. También se puede sentir la ausencia de más huecos porta objetos, ya que los disponibles resultan insuficientes o incómodos.
Este juguete de ciudad llega con un motor naftero de 3 cilindros, 1 litro de cilindrada, sobrealimentado con un turbo, que entrega 84 caballos de fuerza. Su disposición es trasera, al igual que su tracción. El motor va unido a una caja de cambios de cinco marchas robotizada. Es decir que se puede utilizar tanto de modo manual como automático y no tiene pedal de embrague.
Las reacciones que propone el motor ante la aceleración es muy buena. Tengamos en cuenta que son 84 caballos en un auto de 800 kilos de peso. Esto permite una agilidad sorprendente en el tránsito urbano, en donde se mueve como pez en el agua. También hay que decir que, por su tamaño, nos tienta a meternos por cualquier hueco que encontremos, con las consecuentes infracciones de tránsito que acarrearían esas maniobras. Sí hay que tomarle el tiempo a la caja de cambios, ya que el paso de marchas, sea de modo automático o manual, es algo lento y produce un bache importante en la tracción.
Su confort de marcha es bueno en general, salvo en empedrados o calles en mal estado. Una suspensión dura y una corta distancia entre ejes corta hacen el paso por superficies desparejas disminuyan notablemente el confort. Si bien la ruta no es “su lugar”, el Smart ofrece una buena velocidad máxima de 145 km/h. Aunque arriba de los 120 km/h se muestra sensible a los vientos laterales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario