El dragón tiene connotaciones muy positivas en China. Es uno de los 12 símbolos del Sheng Xiao, es decir, el zodíaco chino. Y de ellos resulta ser uno de los más venerados al ser símbolo de poder y riqueza, buena suerte, generosidad y hasta otras 17 virtudes benéficas, además de ser el antiguo símbolo del emperador. En China la gente comienza negocios, inaugura casas e intenta hacer coincidir las fechas de la concepción de sus hijos o del nacimiento de los mismos bajo su influencia.
Por todo ello, no sólo marcas generalistas como Jeep, sino las de superdeportivos como Aston Martin o Ferrari e incluso las de súper lujo como Rolls-Royce o Bugatti han usado el archiconocido enemigo de San Jorge para tratar de acercarse al público chino.
Oro en la calle
La gran mayoría ha resuelto con una edición especial de alguno de sus modelos, adaptándolo al supuesto gusto local. Esta ha sido la opción adoptada por Aston Martin, que trata de acercarse al fervor asiático apodando con él la edición especial Dragón 88 de sus DBS Volante, Virage Coupé y V8 Vantage S Coupé. En inglés sus nombres quedan así : Aston Martin DBS Volante Dragón 88 Limited Edition. En tres colores obtenidos de la tradición artística china, estos modelos se complementan con el símbolo alado realizado en oro de 24 kilates. ¡Como para aparcarlo en la calle!
Pero el iniciador de esta marea "draconiana" fue nada menos que Rolls-Royce, al poner en el mercado chino ya el pasado año europeo una edición especial de su Phantom. Según Rolls se inspiró en la Ciudad Prohibida, en Pekín, para pintar a mano dos de ellos dorados en la base de su carrocería, dibujarlos en relieve en la piel de los reposacabezas, o en el salpicadero en el lado del acompañante. El remate llega con las placas iluminadas por luces LED con el lema "Año del Dragon 2012". Esta edición especial fue un éxito según Rolls, aunque no ha aportado datos de ventas.
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