domingo, 6 de mayo de 2012

Lujo para Aprender a Manejar.

Marcas de alta gama, como Audi o BMW, ofrecen en el país cursos para pilotos urbanos, por 500 dólares.


Caminos de tierra, poco transitados, lejos del caos urbano, suelen ser los ideales para que los novatos empiecen a ensayar el juego de pedales, a escuchar al motor pedir un cambio de marcha y aprender la sutileza de las maniobras para estacionar.
Tras esos primeros pasos, la licencia en la billetera y algunos kilómetros andados, existe otra forma de aprender a manejar. Algunas automotrices de alta gama dictan cursos para perfeccionar el comando de los vehículos y preparar a los conductores para evitar y afrontar riesgos, con prácticas en situaciones reales.


Si en la primera fueron los allegados con más paciencia, en esta instancia de capacitación, los guías son verdaderos expertos en la materia. La calle despoblada se cambia por espacios exclusivos para experimentar. La alemana Audi, por ejemplo, desarrolla sus cursos para particulares y empresas en su driving center , en el autódromo de la ciudad. Allí, los alumnos, mayores de edad y con carnet vigente, pilotean los últimos modelos de la marca.
La propuesta tiene tres niveles correlativos, en los que los instructores transmiten contenidos sobre principios mecánicos y técnicas de conducción en diversas condiciones climáticas a lo largo de la única jornada de duración del curso. "El primero se concentra en maniobras de esquive, frenado con ABS [sistema antibloqueo de frenos], y ejercicios para sobrellevar un subviraje y un sobreviraje", explica Gonzalo Cassina, gerente de marketing de Audi. Maniobras evasivas y de escape ante situaciones de riesgo son parte del segundo estadío. "Se enseña un manejo de seguridad de conducción, no antidelito", aclara Cassina. El último nivel, al que pocos llegan, capacita en un manejo más deportivo. El precio de cada instancia ronda los US$ 450 más IVA.

Entre las opciones también existe un after office , que se realiza cuando cae el sol y consiste en competencias entre los participantes. Sus muñecas se prueban, por ejemplo, esquivando conos contrarreloj. Además, este año, la firma analiza capacitar a los jóvenes aprendices.
BMW es otra de las que dicta cursos. La firma trajo al país hace una década el entrenamiento ideado en Alemania para vincular al conductor y al vehículo "en una unidad armónica". El autódromo también sirve de escuela en las clases, dirigidas por Gustavo Der Ohanessian, piloto de TC 2000, y el de Turismo Nacional Carlos "Tim" Pairetti.

El programa Active , de US$ 420 al público, dura un día y tiene como fin barrer con vicios de la conducción, simulando la exigencia urbana y recreando escenas límites de ese ámbito. Teoría y práctica transmiten conocimientos sobre la posición de manejo, frenado a distintas velocidades, salida a carriles de emergencia y superación de obstáculos, entre otros ítems del programa.
Alfa Romeo reserva a empresas las clases eventuales del defensor de la marca Osvaldo "Cocho" López, a US$ 500 por alumno. Aprender a manejar también puede ser un lujo.














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