Autos automatizados podrían reducir el consumo de energía.

Aunque ya existen automotrices que usan la tecnología para producir autos más seguros, con los prototipos automatizados se les suma un beneficio adicional: ahorrar energía. 

 

 No es nuevo que algunas automotrices están experimentando con la tecnología para hacer a sus autos más seguros. Pero estos avances en autos automatizados podrían también reducir el consumo de energía.

Es que son muchos los beneficios de la automatización. El rediseño de los autos para convertirlos en automatizados los haría más livianos y, por lo tanto, energéticamente más eficientes. Y los beneficios no se acaban en el rediseño: los vehículos inteligentes tendrían la capacidad de manipular la aceleración, haciéndolos más eficientes. No habría que esperar mucho para que estos prototipos lleguen a nuestras vidas: los autos semi-automáticos que le permitirían a los conductores sacar las manos del volante --pero prestando atención al tránsito-- podrían comenzar a venderse para fines de esta década.

Pero el verdadero cambio llegará con la automatización total de los autos. Cuesta imaginar un mundo en donde los vehículos inteligentes lleven al usuario a destino y después manejen de manera autónoma hasta encontrar un lugar para estacionar. Las nuevas tecnologías harían posible llamar a los autos vía teléfono inteligente para que recojan a sus dueños, haciendo innecesarias las vueltas alrededor de la cuadra para buscar estacionamiento.

La llamada tecnología de comunicación auto-a-auto, que permite que los vehículos comuniquen distancias y velocidad para hacer los viajes más seguros, también podrían reducir el consumo de energía. El espacio equidistante entre los autos reduce la resistencia al viento y por lo tanto también el uso de combustibles de 10 a 15%. La comunicación auto-a-auto reduciría, también, la congestión y los accidentes de tránsito y permitiría coordinar mejor el tráfico. El Departamento de Transporte de Estados Unidos está muy interesado en el desarrollo de esta tecnología y financia proyectos para ese fin. Empresas como Google ya tienen prototipos listos y probados.

Aunque los expertos sugieren que la producción de estos autos podría comenzar en unos años admiten que todavía falta legislación para que puedan venderse.