El RX-8 llega al final de su ciclo de vida, y lo hace de la manera que corresponde a un auto de su prestigio, con una versión limitada que potencia las características deportivas que lo convirtieron en un ícono. Lamentablemente los únicos en condiciones de disfrutarlo serán los habitantes de su país de origen.
La planta motriz, basada en el Type RS manual y en el Type E automático, es un motor rotativo Wankel que cuenta con una caja manual de seis transmisiones manual (con la opción disponible de una automática con la misma cantidad de marchas).
La firma japonesa preparó esta edición especial como despedida de uno de sus modelos más emblemáticos de su historia. Este vehículo estará disponible solamente en tierra nipona.
El RX-8 llega al final de su ciclo de vida, y lo hace de la manera que corresponde a un auto de su prestigio, con una versión limitada que potencia las características deportivas que lo convirtieron en un ícono. Lamentablemente los únicos en condiciones de disfrutarlo serán los habitantes de su país de origen. La planta motriz, basada en el Type RS manual y en el Type E automático, es un motor rotativo Wankel que cuenta con una caja manual de seis transmisiones manual (con la opción disponible de una automática con la misma cantidad de marchas).
El interior posee butacas deportivas a cuenta de la casa especialista Recaro. Al igual que los asientos, el volante, el freno de mano y los paneles laterales están forrados de cuero negro (en la version automática exclusivamente).
Los técnicos de la automotriz han desarrollado para este auto una suspensión deportiva especial y frenos más eficientes que permiten un mayor control.
Se producirán solamente 1.000 unidades de este modelo que, tal como su nombre indica, mantiene vivo el espiritu de uno de los deportivos mas icónicos de los últimos tiempos.

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