martes, 18 de enero de 2011

Adictos A Las Carreras Clandestinas.

Juego mortal

Al igual que sucede con los puntos de drogas, las casas de prostitución, entre otras actividades ilegales, las autoridades han podido identificar las vías del país que son más utilizadas para las carreras clandestinas de automóviles.
Pero a pesar de las duras multas que enfrentan los conductores que regatean, los aficionados al deporte clandestino son alentados por una subcultura que gira en torno a los carros deportivos, las mujeres en bikini, las armas de fuego y las películas que muestran las competencias ilegales en centros urbanos. Fast Five (mejor conocida como The Fast and the Furious 5) se filmó en Puerto Rico y su eventual debut se espera con una mezcla de recelo y cautela por parte de las autoridades de tránsito.

“Puedes estar seguro que esto va a incitar a que más jóvenes incurran en esa práctica. El regateo lleva años. Durante los años 70 y 80 salieron muchas películas de carreras. Y hay toda una industria que vende equipos y piezas que se utilizan para alterar los vehículos”, sostuvo el comandante de la Policía, Miguel Rosado, jefe del Negociado de Tránsito de la Policía.
Las autoridades no han descartado el regateo entre carros como lo que le causó la muerte a una joven pareja el domingo cerca de la pista de Salinas.
La Policía estatal intervino con 354 conductores por regatear el año pasado. El Negociado estima que más del 80% de los infractores enfrentaron multas que fluctuaron entre $3,000 y $5,000, tal y como dicta la Ley de Tránsito. Pero, aunque la Policía estatal lleva un plan concertado para detener y procesar a los participantes de las carreras, algunos importantes tramos del país se continúan utilizando semanalmente para las carreras. Los pilotos ponen su vida en riesgo y de todo aquel que transite en su línea de paso. La Policía cuenta con un grupo de trabajo especial que se desplaza a las zonas más críticas, como un tramo de la carretera 31 entre Juncos y Las Piedras, otro en la carretera 2 entre Vega Baja y Manatí y la carretera 64 en Mayagüez, pero siempre parece haber alguien dispuesto a desafiar a la autoridad.
Los municipios también están haciendo su parte para intentar frenar la práctica. Caguas figura entre varios pueblos que aprobaron una ordenanza para imponer cuantiosas multas. Algunos de los reglamentos municipales disponen la confiscación automática del vehículo. Se contempla hacer más viable la confiscación del vehículo para las autoridades estatales. “Esto se ha discutido a nivel estatal. El regateo no solamente representa un problema de exceso de velocidad. Es una actividad totalmente criminal. Constituye un problema de seguridad para todo aquel que transita en la carretera”, sostuvo el director ejecutivo de la Comisión para la Seguridad en el Tránsito (CST), Miguel Santini Padilla.
Las autoridades también confrontan múltiples obstáculos al momento de intervenir con los conductores que participan de las carreras debido a que no hay nada en la ley que les permita expedir multas por modificaciones que se realizan para aumentar el caballaje del motor, la altura del vehículo, entre otros cambios, para las carreras clandestinas.

Los policías sí pueden emitir una multa de $200 por alteraciones al sistema de escape, las cuales suelen encontrarse en los vehículos modificados para las carreras. “Debe haber un examen legislativo en este sentido. Si se ocasiona la muerte de otra persona, estamos hablando de un homicidio”, agregó Santini Padilla.

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