lunes, 2 de enero de 2012

2011, un año complicado para el automóvil.

El 2011 no pasará a la historia como uno de los mejores años dentro del mundo de la automoción, ni en España ni tampoco a nivel internacional. En España porque las ventas se han desplomado y nos han llevado a registros de principios de los años noventa y fuera de nuestras fronteras porque este 2011 se ha llevado consigo, salvo un milagro de última hora, una marca legendaria como Saab.

 La compañía sueca ha continuado durante todo este año con su larga agonía, que parecía que finalmente iba a permitir salvar la vida de Saab y asegurar su futuro, pero posturas enfrentadas, aunque lógicas por otra parte, entre las empresas chinas interesadas en su adquisición y por otra lado General Motors, su anterior propietario, han acabado con la declaración de bancarrota.
Por ello, atrás quedan esos coches con una gran personalidad, diferentes, esos vehículos de tracción delantera y potentes motores turbo de gasolina, ese antirrobo con la llave situada por detrás de la palanca de cambios. O esos descapotables que durante 25 años han marcado una forma de entender el vehículo sin techo.
En España el año ha sido también muy complicado con unas ventas que al final de año se sitúan ligeramente por encima de los 800.000 vehículos y muy lejos de esos 1,6 millones de coches vendidos a mediados de la primera década del siglo XXI.
¿Qué nos espera para el futuro próximo, para el 2012?  En principio, en España las cosas van a seguir mal, aunque hay cierta tendencia a pensar que con el cambio de Gobierno y con las nuevas normas impuestas por el equipo de Rajoy las cosas deberían empezar a mejorar un poco. Y sobre todo la confianza de los consumidores que es lo que finalmente ha lastrado estos últimos años al automóvil en España.
Lo que de momento no ha tenido muchos problemas ha sido la producción.  En los once primeros meses la producción de vehículos en España ha superado ligeramente las cifras de 2010, con un aumento del 0,4%. En este contexto, la fabricación de turismos se ha reducido casi un 4%, mientras que la de vehículos industriales ha subido por encima de un 14%.  
Esto es muy importante porque el tejido industrial en torno al sector de automoción es uno de los pilares de la industria a nivel nacional. Hay fábricas en casi todas las regiones de España y suponen una importante fuente de ingresos.
En este tema algunos de los principales fabricantes tienen sus acuerdos ya firmados para los próximos años, por lo que parece que el futuro industrial está de alguna forma asegurado. Pero ojo, ya han comenzado a aprobarse expedientes de regulación de empleo en las distintas factorías para adecuar la producción a las ventas.
Y es que la situación del mercado europeo también ha vuelto a los números negativos, con los principales mercados reduciendo sus ventas, y eso puede ser un problema para un país como España con su mercado al 50% de lo que era hace solo cinco años.
Si Peugeot, o Renault, o Seat, o Ford deciden reducir su producción, lo harán en los países que menos funcionan y el español es, con diferencia el mercado que más cae de toda Europa.
Desde el Gobierno recién llegado ya se habla de planes de ayuda a las ventas de coches, que puedan de alguna forma relanzar la economía y, sobre todo, reducir el riesgo de que los fabricantes decidan concentrar su producción en sus países de origen.
El 2012 va a ser un año complicado, lleno de tensiones y de situaciones complicadas, y la única forma de salir adelante y superar esta crisis es con decisiones bien tomadas y con muchas ganas de trabajar. Y eso afecta a los directivos y a los ingenieros y a los trabajadores de la cadena de montaje. Si todos ponemos nuestro esfuerzo, seguro que saldremos de esta situación y al cerrar el año 2012 podremos decir que no fue tan malo como pensábamos en un principio. Que así sea.   

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