En Mendoza ya hay numerosas rodando por las calles, ya que rápidamente se convirtió en el modelo más vendido de esta marca, teniendo en cuenta que en su lanzamiento se promocionó con una base de cerca de 85 mil pesos.
En este caso probamos por distintos terrenos de la Provincia dos de las versiones bien diferentes en cuanto a sus prestaciones y perfiles: la 1,6 Dynamique y la 2,0 Privilege 4x4.
Cuestión de Estilo:
En lo referente a su estética prácticamente no hay diferencias: las fotos están a la vista y nos encontramos con este vehículo con un claro porte de todoterreno, con buen despeje de suelo, líneas fuertes y una imagen robusta.
Con 4,3 m de largo y 1,8 m de ancho, evidencia dimensiones compactas para el segmento pero cómodas para desplazarse en un entorno urbano como off-road. No olvidemos que si bien están las dos opciones de tracción, las más comercializadas en este caso (como en su competidora Ford Ecosport) son las 4x2, vehículos con formato aventurero.
Así en la 4x2 va un paso más allá de coches con onda off road, incluso de su primo hermano el Sandero Stpeway, con quien comparte plataforma.
Como anticipamos, en cuanto al diseño exterior no hay grandes diferencias, salvo las llantas, bastante mejoradas en las 2,0.
Guardabarros anchos, parrilla cromada, ópticas dobles e importantes paragolpes contribuyen a la onda 4×4, con una muy buena distancia al suelo de 22 cm, ruedas de 16 pulgadas y protecciones de la carrocería. Con estos atributos testeamos a la 4x2 en Potrerillos, en un camino a la altura de El Salto que cruza el río, para ingresar en un sendero de tierra y pedregoso, utilizado para hacer circuito off road.
En la prueba se destacó la buena suspensión y el gran despeje, que hizo que en ningún momento sufriera roce alguno con las piedras. Con esto queremos decir que para ser un vehículo tradicional con cierta onda de todoterreno, cumple las expectativas.
Por Dentro:
En el interior, la posición elevada da mayor sensación de seguridad al volante, permitiendo detectar mejor los posibles obstáculos. Como sucederá en la 4x4 hay posibilidad de regulación de volante y butacas, pero sólo en forma manual.
Desde el interior se aprecia buen espacio de habitabilidad. En la 1,6 Dynamique, los elementos son los suficientes, aunque se echa de menos contar con una computadora de a bordo.
Lleva la impronta del Sandero Stepway, con un tablero funcional y moderno, con un sistema de audio sencillo de utilizar y de aparejar con teléfonos celulares vía bluetooth, tanto para llamadas como para música.
En las versiones más completas también se extrañan los sensores de estacionamiento o algunos detalles como el one touch en los levantacristales o la posibilidad de cuero en los asientos, aunque sea como opcional.
El espacio de carga en baúl se destaca, con diferencia entre las dos versiones, dada la ubicación de la rueda de auxilio: 475 dm³ en la 4×2 y 400 dm³ en la 4×4, que son las mayores de su segmento. Con el banco trasero rebatido, ofrece un volumen que llega a los 1.636 dm³.
Dos Motores Conocidos:
En cuanto a las motorizaciones nafteras no hay sorpresa. Son dos bien probados en otros modelos de Renault: 1,6 16v 110cv (4×2) y 2,0 16v 138cv (4×2 y 4×4).
Aquí podemos adelantar que dependiendo del uso que se le vaya a dar a esta SUV es también la calificación en cuanto a sus motorizaciones. La 1,6 muestra excelente performance en la ciudad y se desempeña bien en la ruta. Claro que al tener la posibilidad de testear y pisar ambas compañeras vemos que el motor 2,0 le sienta mucho mejor a la hora de exigirla tanto en autopista como en tierra.
La insonorización es otro punto que mejoraron bastante. Además hay diferencias en sus cajas de transmisión, aunque ambas se notan mucho más precisas y con relaciones más cortas que otros modelos del Rombo. La caja manual de cinco velocidades y tracción delantera equipa a la 1,6, salvo en su versión tope 2,0 con caja manual de seis velocidades, la misma que la de tracción integral.
En Todo Terreno:
La 4x4, que testeamos por calles y fincas del Valle de Uco, se equipa con una caja de velocidades de 6 marchas. La primera es corta, lo que permite moverse a muy baja velocidad en terrenos accidentados y mejora el arranque con carga; también favorece una conducción más tranquila y a reducir el consumo de combustible, que en una medición mixta ronda los 9 litros cada 100 km.
El sencillo mando 4×4 está en la parte inferior de la consola central, con un sistema de tracción All Mode 4×4, que fue desarrollado por Nissan y equipa, por ejemplo, al Renault Koleos, entre otros modelos de la Alianza Renault-Nissan.
El mando cuenta con 3 modos: “2WD”, la transmisión permite que actúen las 2 ruedas delanteras. Este modo se presta a una conducción por caminos normales. “Auto”, el reparto del par entre los trenes delantero y trasero se hace automáticamente en función de las condiciones de adherencia. “Lock”, en el que el conductor bloquea electrónicamente la transmisión 4×4.
Así, el control del motor y la frenada también está adaptados a un uso 4×4. Esta utilización está reservada a terrenos difíciles y caminos no transitables (superficies accidentadas, barro, tierra, arena).
En el factor seguridad: recibe el sistema ABS Bosch 8,1 equipado con un repartidor electrónico de frenada (EBV), pero sólo disponible en las versiones tope de gama. En seguridad pasiva, incorpora de serie dos airbags frontales y cinturones de 3 puntos.
En conclusión podemos señalar que la Duster ha sido una gran apuesta de Renault, como ellos dicen con el objetivo de democratizar el uso de las 4x4 y onda aventurera. Hay que tener claro que es algo así como una versión de inicio en este segmento, ya que dentro de la marca tenemos una opción más completa, como la Koleos, que acaba de debutar con un restyling.
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