sábado, 28 de enero de 2012

Tecnología puesta al servicio del placer.

El Audi A6 combina los mejores sistemas de asistencia a la conducción con mecánica eficiente y refinados elementos de confort. El resultado es un auto fuera de serie.

 

Hay autos que dan mucho placer conducir. Son modelos en los que por su calidad de marcha y confort a bordo el viaje nunca resulta tan largo como uno quisiera. El Audi A6 es sin duda uno de esos vehículos. Está disponible en la Argentina en dos versiones: un 3.0 turbo de 300 CV de potencia máxima y tracción integral, y un 2.8 aspirado de 204 CV, que es el que nosotros manejamos.

La primera generación del A6 nació en 1994. Aquel modelo fue un rediseño del Audi 100 y adoptó la letra A como denominación de la marca para sus modelos, que Audi había estrenado ese mismo año con el A8. Ya la segunda generación, lanzada en 1997, fue claramente diseñada como un auto premium para competir a la par de los líderes de ese segmento de lujo, como el BMW Serie 5 y el Mercedes-Benz Clase E, pelea que se mantiene hasta hoy.
El sedán que ahora Audi comercializa en la Argentina es la cuarta generación del A6 (la tercera se produjo entre 2004 y 2010). Es un auto que combina un diseño sobrio con cierto aire sport; materiales de excelencia, y muchos de los mejores elementos tecnológicos disponibles hoy en la industria del automóvil.
Obviamente no es un auto de ventas masivas, pero lo impactante, más allá del lujo, es ver los adelantos que la marca ofrece hoy en materia de asistencia a la conducción. Y tal como sucedió con los airbags y el ABS, primero equiparon a los autos más costosos y luego, con la escala, esos sistemas fueron derramando hacia el resto de los modelos.
Nos pusimos al volante del 2.8 de tracción delantera y caja multitronic CVT. Tiene un amplio y confortable espacio interior para todos los pasajeros, con cierto aire aeronáutico desde la posición del conductor. Desde audio de primera calidad hasta climatizadores automáticos (bizona de serie y opcional bizona atrás), todo esta pensado para el confort y la seguridad.
Entre los elementos de serie hay múltiples airbags, parking system (asistencia automática para el estacionamiento), faros de xenón con tecnología LED y limpiafaros, indicador de control de presión de los neumáticos, controles de tracción y estabilidad, sensor de lluvia, pantalla color de 7 pulgadas (con información de audio, parámetros del auto, telefonía y GPS), y sistema MMI (un joystick desde el que se puede seleccionar y accionar distintas funciones).
Una vez en marcha, la caja multitronic CVT (que emula 8 marchas) se asocia de manera fantástica con el motor V6 2.8 que entrega su potencia de manera siempre eficiente. Las suspensiones adaptativas logran brindar siempre lo mejor, confort en la ciudad y estabilidad de marcha en la ruta.
El A6 ofrece muchos opcionales; el que más me sorprendió fue el sistema de visión nocturna. Una cámara infrarroja proyecta la imagen del camino en blanco y negro y un sensor calórico permite identificar los peatones a una distancia de 300 metros.
El Audi A6 es sin duda una de las mejores berlinas del mundo. La versión 2.8 se destaca por su gran equilibrio entre confort y potencia, aunque para paladares más exigentes la marca ofrece también el 3.0 de 300 CV y tracción quattro.

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