sábado, 28 de enero de 2012

MINI Cooper S 2012.


Hay pocos autos que se producen en grandes cantidades se convierten en un ícono de la industria tan rápido como lo hizo el MINI. Este pequeño auto fue una sensación desde el momento en que BMW decidió revivir a la ya existente leyenda inglesa.
Gran parte de su éxito es el diseño que tiene. Las líneas características del auto, como el techo plano, lo hacen inconfundible y cada detalle está pensado para ser atractivo.
Nuestra versión de prueba era la edición Redcliffe que utiliza el kit aerodinámico del Cooper Wroks para darle un estilo más agresivo. Lamentablemente es lo único que utiliza del Works ya que mecánicamente es un Cooper S normal.
En el interior se agradece que no tenga los asientos del Works y que utilice los normales ya que son mucho más cómodos. La posición de manejo es bastante cómoda y uno se siente en un auto deportivo desde el momento en el que se sube al auto gracias a lo cerca del piso que se puede estar.
El pasajero de adelante también va bastante cómodo, pero no se puede decir lo mismo de las plazas traseras ya que son muy pequeñas. A pesar de tener buen espacio para la cabeza gracias al techo plano, lo que queda de espacio para las piernas es muy poco, la única forma en que podrían ir cuatro personas cómodas en este auto es si todos tienen 7 años… y el conductor probablemente no alcanzará los pedales.
El diseño del interior sigue siendo llamativo y controversial hasta cierto punto. El enorme velocímetro ubicado en el centro del tablero divide opiniones, sobre todo cuando el auto no está equipado con el sistema MINI Connect (algo así como el iDrive de MINI).
Pero la estética no es el único motivo por el cual este auto tiene tanto éxito comercial. Su segundo punto fuerte (para muchos el más importante) es la manera como se maneja este pequeño deportivo. El MINI está hecho para ser un auto divertido con muy pocas concesiones por cualquier otra cosa.
La dirección es sumamente precisa y la distribución de peso lo convierte en un auto balanceado con un comportamiento bastante neutral en general. Sí, tiene algo de subviraje, pero es muy fácil predecirlo y corregirlo.
La puesta a punto de la suspensión está completamente enfocada al manejo deportivo por lo que es algo dura y permite al auto permanecer con muy poco rodamiento lateral en las curvas.
El motor sigue siendo el 1.6 litros con 185 caballos de fuerza que aunque podría parecer poco es bastante capaz. El empuje del turbo es progresivo y aunque no es violento sí es contundente. El pequeño MINI empuja y empuja de manera constante hasta llegar a la parte alta del velocímetro.
Pero no todo es color de rosa y la falta de espacio en las plazas traseras no es su único problema. La suspensión tiene una puesta a punto muy dura para poderle dar ese carácter deportivo y utiliza llantas runflat, la combinación de estos dos elementos hacen que el manejo es calles maltratadas sea un martirio al sentir que cada bache rompe un rin… o nuestra espalda aunque ninguno de los dos suceda.
Definitivamente el MINI es un auto que se disfruta más donde las calles están en buen estado y difícilmente alguien mayor de30 años va a buscar comprar uno por cuestiones de comodidad o versatilidad, pero nadie puede poner en duda que el MINI es un auto único que entrega una experiencia muy diferente a todo lo demás que está allá afuera.

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