martes, 18 de septiembre de 2012

Peugeot 3008 Feline 2012.


Los autos franceses se han caracterizado a través de los años por ser vehículos muy preocupados por su apariencia estética. Incluso hubo una época en la que pareciera que el control de calidad no era tan importante como el resultado estético, y este último estaba por sobre todas las cosas, incluyendo la comodidad y la eficiencia del diseño del auto como un producto completo.
Afortunadamente esta etapa parece haberse desarrollado a la idea original que los franceses buscaban: crear autos con diseño muy diferente, con buena calidad y funcionales, creando un paquete único que llamaría la atención de cierta clase de comprador.
El Peugeot 3008 es un claro ejemplo de esta idea. Se puede decir que es algo así como un monovolumen… o una Minivan muy compacta… o  un hatchback muy grande… la verdad no estamos muy seguros exactamente en qué categoría cabe, lo que sí sabemos es la practicidad que esta ambigüedad nos da.
El espacio en el interior es bastante competente y su tamaño exterior no es tanto, obteniendo como resultado un vehículo que puede llevar a 5 adultos sin mayores problemas y puede sortear el tránsito citadino sin tanto drama.
El habitáculo es un lugar bastante agradable y la sensación de espacio es aumentada gracias a su techo panorámico, los ocupantes de las plazas traseras lo disfrutarán bastante.
La posición de manejo es algo alta, lo que ayuda a tener una vista más amplia de lo que sucede a nuestro alrededor. Como en la mayoría de los Peugeot el volante se siente con cierta inclinación, nos gustaría una posición más vertical del mismo sin tener que estar en la posición más baja ya que tiene ajuste de altura y profundidad.
Los relojes son de fácil lectura y cuenta con un Heads Up Display retráctil de diseño bastante vanguardista, parece de avión de combate de serie de ciencia ficción. Los botones de la consola central siguen con esta temática del avión y sorprendentemente son de activación intuitiva.
El diseño del interior nos recuerda a un avión, pero a uno de combate, más bien a un trasatlántico comercial. El 3008 utiliza el motor cuatro cilindros turbo de 1.6 litros con 160 caballos de fuerza que Peugeot está usando en la mayoría de sus nuevos vehículos. Este motor de origen MINI se siente con suficiente potencia para mover al 3008 por la ciudad sin problemas, pero no esperen ningún tipo de manejo emocionante.
El motor turbo puede hacernos sentir que acelera rápido, pero no es así. La caja automática es muy cómoda para el tránsito, pero si queremos hacer un rebase se tarda un poco es hacer el cambio descendente cuando pisamos el acelerador. Nos sorprendió que en modo manual funcione mejor, ya que generalmente con este tipo de cajas es mejor dejarlas en Drive y dejarlas hacer su trabajo.
Como es de esperarse en un vehículo como este, su comportamiento dinámico no es de altas prestaciones, sin embargo, el chasis se siente bastante rígido y aunque puede presentar algo de subviraje, la transferencia de peso es buena y no le permite hacer exabruptos.
El 3008 es un buen vehículo familiar para alguien que no quiere algo tan grande como una Minivan y un hatchback no cumple con sus necesidades de espacio. Su motor y transmisión son buenos y su manejo dócil lo convierte en un vehículo cómodo en el que se puede estar por muchas horas. Tiene buen equipamiento y su precio es bastante competitivo en el segmento de los Crossovers compactos. ¿La diferencia principal con el resto del segmento? Su atrevido diseño exterior.

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