sábado, 1 de septiembre de 2012

Un chino fabricó la réplica rústica de un lamborghini.


Toda su vida soñó con manejar un auto deportivo. Y el Lamborghini Reventón lo desveló durante muchas noches. Un buen día dijo basta: se cansó se soñar y decidió tener el propio. El problema es que no estaba ni cerca de juntar el U$S 1,4 millón que cuesta (sólo se fabricaron 21 unidades del modelo). Pero esto no lo desanimó. Al contrario, lo impulsó a seguir adelante con su sueño. Y así fue como Wang Jian se construyó uno. Sí, este joven chino de 28 años se fabricó su propio Lamborghini Reventón. Bueno, una réplica rústica -muy rústica- del exclusivo auto. Y ahora lo pasea por las calles de su pueblo, Jiangsu, en el sur de China. "Para llevar a cabo el proyecto me puse a estudiar sobre el tema. Lo armé yo mismo y así conseguí cumplir mi sueño", contó orgulloso. Wang Jian está tan contento con su obra que ya empezó a hacer planes. "Si en el futuro las circunstancias me lo permiten voy a fabricar autos deportivos. Los voy a diseñar y a desarrollar yo mismo. Estoy seguro de que van a ser deportivos con un rendimiento totalmente superior", adelantó el chino emprendedor.

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