El agua provocó severas afectaciones en la fábrica de Honda y miles de vehículos permanecieron bajo el agua durante semanas.
Debido a los daños sufridos, el fabricante japonés decidió destruir los vehículos con el fin de que ninguno de sus componentes pueda ser vendido.
La planta ensambladora está ubicada en la provincia de Ayutthaya, a 150 kilómetros al norte de Bangkok y debido al agua, tuvo que paralizar sus operaciones a principios de octubre.
La fábrica tiene una capacidad de producción anual de 240 mil unidades de los modelos Accord, Brio, City, Civic y Jazz, algunos para el mercado tailandés y otros más para exportación.
A pesar de los daños y pérdidas generadas por la destrucción de los autos, Honda aseguró que no trasladará la fábrica a otro lado.
Esto al contrario de Sanyo Semiconductor, otro fabricante japonés que abrió su planta en Rojana en 1990 pero que tras las inundaciones, anunció el cese de producción, dejando sin empleo a cerca de dos mil personas.
Y es que las lluvias provocaron que más de 10 mil fábricas de ocho provincias resultaran dañadas, lo que a su vez afectó a 660 mil trabajadores, según datos de la Federación de Industrias Tailandesas, así como pérdidas económicas que rondan los $25,819 millones.
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