El auto de la firma alemana realizó el mejor tiempo de un vehículo de serie con propulsión eléctrica al parar los relojes en 8:09.099.
El R8 e-tron hizo gala de todo su potencial en Nurburgring, para muchos el circuito más exigente del mundo, al lograr la marca mundial conseguida por un auto de su tipo.
Detrás de los mandos del R8 e-tron estuvo el piloto Markus Winkelhock, quien fue capaz de llevar a este deportivo eléctrico a realizar la vuelta más rápida en 8:09.099.
Para poder realizar esta proeza Wikelhock tuvo que exprimir a fondo la ingeniería del R8 e-tron. El bólido es propulsado por dos motores eléctricos que desarrollan de manera conjunta 380 HP. Esta potencia combinada con su carrocería de aluminio ultra ligera y los distintos elementos realizados con fibra de carbono permiten una aceleración de 0 a 100 Km/h en apenas 4.6 segundos y una velocidad máxima de 252 Km/h (limitada electrónicamente).
Este record en el "Infierno verde" se suma a la victoria conseguida en las 24 horas de Le Mans con el R18 e-tron (primer triunfo de un híbrido en la carrera de resistencia más importante del mundo) y en las 24 horas de Nurburgring con el R8 LMS ultra.
El record absoluto logrado por un auto de serie en esta pista es de 7:11:57 y fue logrado por un Gumpert Apollo Sport impulsado por un motor Audi V8 de 700 HP.
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