Las versiones GTi de estos 5 puertas familiares tienen la potencia y el comportamiento dinámico de verdaderos deportivos, más una gran calidad. Pero cuestan alrededor de 200 mil pesos y, por ese dinero, hay en la Argentina modelos de marcas premium, como Mercedes-Benz o Audi.
Son autos para entendidos. Por eso muchos no entienden cómo un Volkswagen Golf (el más caro de estos dos modelos que estamos presentando) puede costar, en su versión GTi automática, casi 250 mil pesos (nosotros probamos la versión de caja manual: $237.250). Y otros se preguntan qué trae el Peugeot 308 GTi (197 mil pesos) para costar 52 mil pesos más que la versión más equipada y lujosa del 308 convencional. Y bueno, traen más potencia y un comportamiento dinámico espectacular para el manejo deportivo. Esos son sus aspectos distintivos. Después, por supuesto, un equipamiento full y una gran calidad general, que también pueden encontrarse, por ejemplo, en las versiones tope de gama del 308 que no es GTi.
Solamente con el Peugeot 308 podemos hacer esta comparación de la versión GTi con las otras del mismo modelo (en la Argentina se fabrican 9 versiones del 308), porque en nuestro país no se vende otro Golf equivalente. Para subirse a un Golf de última generación en la Argentina, sí o sí hay que comprar esta versión GTi. El Golf convencional que se vende acá es el de la 4ta generación del modelo, con un rediseño que lo acerca a la 5ta. Y este GTi pertenece a la 6ta generación del Golf, que es el auto más vendido de la marca Volkswagen en toda su historia (más de 27 millones de unidades), superando incluso al famoso Escarabajo o Beetle.
Sólo con ese dato de las unidades vendidas a nivel mundial, es fácil deducir que el Golf tiene una rica historia. Y más la versión GTi, que desde la década del 70 es un ícono de los deportivos populares. Por eso despierta tanto fanatismo, aunque a medida que fue ganando excelencia fue perdiendo su condición de “popular”. Y el Peugeot 308 GTi viene a disputarle ese espacio, con la misma excelencia, un gran diseño y un precio más conveniente.
Tienen características parecidas, pero sensaciones de manejo diferentes. El Golf, aunque es algo más chico y más liviano, da la sensación de ser más pesado, más robusto. El Peugeot es más durito de suspensiones, algo más áspero. Son matices, porque ambos doblan muy bien y son estables a altas velocidades. Respecto de los motores, el Golf es 11 caballos más potente y el torque es similar: 280 Newton-metro (entre las 1.700 - 5.200 rpm) para el Golf y 275 Nm (1.700 - 4.500) para el 308. El Golf es un poco más rápido en la aceleración de 0 a 100 km/h (6,9 segundos contra 7,7), aunque para llegar a los 1.000 metros con partida detenida el Peugeot ya lo empareja: 27,3 segundos para el Golf y 27, 8 para el 308. En la velocidad final, ambos merodean los 240 km/h.
Como el Peugeot tiene un motor más chico consume un poco menos que el VW: 6,9 litros cada 100 km de promedio, contra 7,3 lts/100. Valores éstos que sólo se consiguen con un manejo moderado; si aceleramos, el consumo crece mucho.
Los dos son espectaculares. Y hasta tienen glamour. Pero un glamour que lo descubren los que más saben de autos, de potencia, y de la famosa sigla GTi. Y eso se manifiesta en las cifras de ventas: 210 unidades del Golf GTi en lo que va del año, mientras que, por ejemplo, del Audi A3 Sportback, con el mismo motor (arranca en 205 mil pesos), ya se vendieron 576. Porque en un Audi el glamour se ve a simple vista. El GTi del 308, aunque sin los fanáticos que tiene el Golf, con un precio algo más razonable, buscará una mejor performance de ventas.
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