miércoles, 18 de julio de 2012

El Mercado Europeo del Automóvil se Gripa.

Pese a las optimistas interpretaciones, generadas tras la reciente reunión en la Moncloa de la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles con el presidente Rajoy, no corren buenos vientos para este sector en Europa ni tampoco para los constructores que cuentan con diecisiete plantas de producción en España y que han hecho de nuestro país el segundo productor de coches de Europa (el primero en vehículos industriales) y el noveno del mundo. Más del 10% del PIB, el 20% de las exportaciones y más de dos millones de puestos de trabajo directos, hacen del automóvil un sector económico vital para España.
Los primeros avisos de crisis vienen de Francia con el esperado anuncio de que el grupo PSA (Peugeot-Citroen) va a cerrar su factoría de Aulnay y suprimir 8.000 puestos de trabajo en el país vecino, como consecuencia de unas pérdidas de 700 millones de euros durante el primer semestre de 2012, pese a haber recibido 4.000 millones de euros de ayudas públicas en los últimos años. La decisión pone de relieve la dureza de la crisis que está afectando al sector del automóvil en Europa y que en España se proyecta con diferente intensidad, aunque nadie pone en duda que el sector necesita un cambio de 180 grados en su política industrial para asegurar el futuro de este relevante sector.
Aunque la situación del grupo PSA puede considerase especial, ya que es considerado el fabricante de automóviles más necesitado de reestructuración debido a su elevada exposición al mercado europeo, con un evidente exceso de capacidad, es una realidad que los fabricantes de automóviles europeos van a sufrir una caída del mercado del 8% en el primer semestre del año, frente a una estimación anterior de un descenso del 5%.
PSA cuenta en España con dos plantas situadas en Madrid y Vigo y en ambos casos sufren en sus carnes los efectos de la crisis, los malos resultados de la matriz y su elevada presencia en mercados europeos tan "sensibles" como Grecia, Italia, Portugal y España. Así, los 2.700 trabajadores de la planta de Villaverde están sujetos a un ERE, mientras que la planta de Vigo se mueve en unos niveles de producción cercanos a los de los últimos años del siglo pasado: 300.000 coches anuales, 23.000 menos que los anunciados a finales del año pasado.
Renault, por su parte, anunciaba recientemente que sus ventas de turismos y vehículos comerciales ligeros habían descendido un 3,3% en el primer semestre, retroceso de ventas que en Europa supusieron una caída del 14,9% hasta 708.131 vehículos. A la cuenta de resultados de la multinacional francesa le salva el mercado fuera de Europa, en donde las ventas crecieron un 14%, con especial fuerza en Rusia y Brasil. Las ventas de Brasil, por ejemplo, fueron especialmente sólidas, con un crecimiento del 37,3%. Todo lo contrario que su colega Peugeot, cuyas ventas latinoamericanas han sufrido una caída del 21,2%.
En conjunto, la cuota de mercado de la compañía francesa cayó en Europa un 0,8% hasta el 9,3%. Renault ha declarado que el 47% de sus ventas totales ahora se realizan fuera de Europa, frente al 39% del año anterior, lo cual dice mucho de la debilidad del mercado europeo.
Aunque el descenso de las ventas europeas de Renault es considerable, es mucho más favorable la comparación del retroceso de las ventas totales del 3,3% con la caída del 13% publicada por Peugeot. Esta última tiene además el grave problema de la elevada tasa de consumo de caja y que pone de relieve que los problemas de Peugeot son más graves de lo que se esperaba.
El escenario en España no puede ser más negro para el sector. La subida del IVA, junto con el resto de las medidas adoptadas por el gobierno, va a tener un impacto negativo en el consumo a todos los niveles, pero entre los que destacan, está el de las automoción, que va a sufrir las consecuencias del encarecimiento de la fiscalidad (una de las más altas de Europa) y de la penalización del consumo.

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