Las carreras pasan, el auto sigue sin responder y está lejos del nivel de McLaren y Red Bull, que se alejan en el campeonato de constructores. Tras el flojísimo desempeño en China, la Scuderia espera otro fin de semana "complicado" en Bahrein.
Pasan las semanas, las carreras y, aunque no lo digan públicamente, en Ferrari comienza a crecer la desesperación. Porque, más allá de un inesperadísimo triunfo en Malasia –ni el ganador ni el equipo soñaban con ese resultado, pero la lluvia apareció y dio una mano gigante-, el auto no aparece. Semanas atrás, el Gran Premio de Bahrein, la cuarta fecha, aparecía marcado en el calendario como la carrera de la resurrección. Un supuesto barajar y dar de nuevo para el equipo italiano. Pero en las últimas horas la situación cambió. Y ahora se habla de otro fin de semana "complicado".
Para Ferrari, el año comenzó en Australia con un quinto puesto para su principal piloto, el español Fernando Alonso, y un abandono para su compañero de equipo, el brasileño Felipe Massa. El circuito de Melbourne encendió las alarmas sobre el rendimiento del F2012.
Sin embargo, cuando menos se lo esperaba, llegó el triunfo en Malasia, la segunda del año. La lluvia y el talento de Alonso le dieron a Ferrari una victoria inesperada por propios y ajenos al mundo del Cavallino. Pero el rendimiento de Massa (15°), aún al mando de una máquina con chasis nuevo, mostró dónde estaban realmente las cosas. El fin de semana pasado, China volvió a poner todo en su lugar. En una de las carreras más atractivas de los últimos meses, con batallas en todos los sectores de la pista, Alonso no pudo terminar más allá de su ubicación en la largada: 9°. Y Massa cayó un puesto (largó 12° y llegó 13°). El resultado global: la Scuderia quedó en el tercer puesto de la copa de constructores (37 puntos), pero el segundo (Red Bull) ya suma 64 y McLaren incluso lo duplica y más (tiene 88 unidades).
Bahrein ya está a la vuelta de la esquina. Y Ferrari abrió el paragüas y vaticinó otro fin de semana complicado, y no precisamente por la tensión política que se vive en ese país de Oriente Medio y que amenazó con suspender la carrera. El director del equipo, Stefano Domenicali, afirmó hoy que espera una rápida reacción de la escudería. "Necesitamos que nuestros ingenieros reaccionen y les puedan dar a nuestros pilotos un auto mucho más competitivo", expresó, según informó Autosport. Pero un circuito como el de Sakhir puede poner bajo el resaltador los problemas del F2012, una máquina –según los propios técnicos- difícil de "setear" y que quedará expuesta en un trazado que beneficia a los autos con mayor velocidad final.
El propio Alonso consideró que Ferrari tiene que dar un salto adelante lo antes posible. En su blog, el asturiano auguró otro fin de semana "difícil" por las características del circuito y porque compiten con el mismo coche que en Shanghai. "Debemos intentar limitar los daños, buscando sobre todo explotar de la mejor manera los neumáticos, ya sea en los entrenamientos o en la carrera", añadió Domenicali, quien espera que estén lo antes posible las nuevas mejoras al monoplaza y encarar de la mejor forma posible la etapa europea (nueve carreras) del calendario. ¿Habrá pasado lo peor para Ferrari una vez que abandonen Asia? El tiempo -y los kilómetros en competencia
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