jueves, 23 de junio de 2011

A 100 Años Del Nacimiento De Fangio, Argentina Mantiene ilusión En F1.

ANIVERSARIO

A 100 años de su nacimiento, el quíntuple campeón mundial Juan Manuel Fangio es un símbolo aún vigente del fanatismo argentino por el automovilismo, que mantiene encendida la ilusión de volver alguna vez a la Fórmula 1, pese a que la máxima categoría se ve cada vez más como una utopía.

La brillante trayectoria de Fangio motivó a centenares de buenos pilotos a intentar seguir sus pasos, pero desde 1998 no se disputa el Gran Premio de Argentina y Carlos Reutemann fue el último piloto argentino que cosechó laureles en la Fórmula 1, hace ya 30 años.
Luego llegaron otros, con poco éxito, como Esteban Tuero y Ricardo Zunino, mientras que aspirantes como José María "Pechito" López se quedaron a las puertas de la máxima categoría del automovilismo por falta de acuerdo con patrocinantes.
Ahora, un grupo inversor británico planea construir un circuito de Fórmula 1 en la ciudad de Zárate, 80 kilómetros al norte de Buenos Aires, diseñado por la misma empresa que trazó el nuevo Silverstone y que tiene como objetivo convertirse en un polo automovilístico de la región.
Aunque eso no garantiza aún el regreso de la Fórmula 1 al país sudamericano para revivir aquellos años dorados de Fangio.
"El Maestro" o "El Chueco", como llamaban a Fangio, nació el 24 de junio de 1911 en la ciudad bonaerense de Balcarce, 400 kilómetros al sur de la capital argentina, en el seno de una familia de inmigrantes italianos.
"Hacer automovilismo fue una elección personal que tomé desde muy chico. Cuando estaba en sexto grado de primaria, a la mañana iba al colegio y a la tarde a un taller mecánico", narró en una entrevista que brindó Fangio cuando cumplió 80 años a la revista de automovilismo "Corsa".
"Los domingos iba a barrer el taller sólo para mover los autos. Saqué la basura y agarré un Ford T que había allí y salí a manejar sin permiso de nadie. Me dio la sensación de que el auto tenía vida, giraba el volante y el auto doblaba, aceleraba y el auto iba más ligero, tocaba el freno y paraba. Fue una sensación que no se me fue más. Quizás por eso siempre traté el auto como a un animal amigo, me duele cuando veo un auto maltratado".
En 1936 compitió por primera vez en automovilismo, al volante de un Ford A 1929, pero fue un intento frustrado porque no pudo completar la carrera ya que se le fundió una biela.
El debut oficial de Fangio llegó dos años después, esta vez con un Ford V8 1938, y comenzó a correr en la categoría argentina Turismo Carretera (TC).
En 1940 obtuvo su primer triunfo en TC en el Gran Premio Internacional del Noret, en el que recorrió 9.500 kilómetros por Argentina, Bolivia y Perú con un Chevrolet. Fangio siguió sumando títulos en los años posteriores hasta que en 1948 sufrió un grave accidente en el Gran Premio de América del Sur entre Buenos Aires y Caracas, al volcar al norte de Lima. En el hecho murió su copiloto.
"El Chueco" no se desanimó y siguió adelante con su pasión. En 1949 viajó a Europa, donde ganó seis de las diez carreras en las que participó y comenzó a labrar una trayectoria internacional que lo llevaría años después al estatus de mito del automovilismo.
Pisó la Fórmula 1 en 1950 y apenas un año más tarde ganó su primer campeonato de pilotos de la máxima categoría del automovilismo con un Alfa Romeo. Luego pilotó un Maserati y en 1954 selló contrato con Mercedes Benz, escudería con la que obtuvo dos campeonatos más en 1954 y 1955. El cuarto llegó de la mano de Ferrari y el quinto, su broche de oro, en 1957 con Maserati.
Un año más tarde corrió su última carrera, en una temporada marcada por el secuestro que sufrió en Cuba cuando fue a correr el Gran Premio de la isla. Estuvo durante 26 horas en poder del Movimiento 26 de julio, encabezado por Fidel Castro. "Si lo hecho por los rebeldes fue por una buena causa, entonces, como argentino, yo lo acepto como tal", declaró Fangio tras ser liberado.
Fangio recibió numerosas distinciones y condecoraciones nacionales e internacionales, a la vez que forjó una carrera empresarial paralela que al día de hoy sigue funcionando. Ejerció como presidente de Mercedes Benz Argentina y fue nombrado luego presidente honorario vitalicio de la filial local de la automotriz alemana.
Su vida inspiró varias películas, entre ellas "Fangio, demonio de las pistas" (1950) y "Fangio" (1976), el autódromo de su ciudad lleva su nombre y toda su trayectoria está plasmada en el museo que se levantó en Balcarce y se convirtió en meca de todos los fans "tuerca".

 

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