sábado, 4 de junio de 2011

La Estrella De Mercedes Benz Brilla Más Que Nunca.

De nueva cuenta el SLK se constituye como uno de los productos más representativos en la renovación de la imagen de la firma alemana.

  Con el paso de los años y el incremento de las asistencias electrónicas en los nuevos modelos es cada vez más difícil encontrar una sensación de manejo como la que el SLK es capaz de transmitir. Afortunadamente, para los amantes de la conducción, Mercedes-Benz sigue interesada en ofrecer algo más que la apariencia del emblemático roadster.En la tercera generación del SLK, que como en otras ocasiones llega en un momento crucial para la vida de la marca de la estrella, encontraremos no sólo la intención de alcanzar nuevos valores y una estética muy apetecible que busca hacer de este Mercedes Benz un objeto de deseo. También viene incluida una larga lista de valores, tomados de modelos más clásicos, que confieren a este auto una fuerte personalidad.

Con la aguja del acelerador disparada y el viento fluyendo a través de las líneas del auto es difícil resistirse a todos los encantos del nuevo SLK, que desde la primera vez que llegó a las agencias de la marca alemana llamó la atención por ofrecer a sus propietarios la posibilidad de tener dos autos en uno, con todas las ventajas que esto representa: por un lado poder disfrutar de un seductor convertible y, en cuanto la ocasión lo amerite, trasladarnos a un coupé en alrededor de 20 segundos.
Sin embargo, no es necesario llegar hasta la autopista para enamorarnos de este auto. Mercedes Benz ha dispuesto en esta nueva generación un agresivo diseño, en el que llama la atención una parrilla donde creció algo más que el tamaño del emblema y su ángulo de inclinación, misma que sirve de referente para las músculosas líneas que acompañan al resto del auto, un paquete que ha servido para dejar atrás aquella imagen sutil que le conocíamos a la anterior generación, para darle paso a una nueva propuesta que definitivamente es un auténtico imán de miradas.
Los nuevos faros, con cortes mucho más angulares, completan un cuadro que Mercedes replica en prácticamente todos sus nuevos modelos, pero que, dicho sea de paso, por sus proporciones, luce más en modelos como el SLK y el afamado SLS, mejor conocido como Alas de gaviota.
Al resto de las dimensiones poco se les ha modificado, pero esto debe calificarse como un acierto, pues es precisamente gracias al alargado cofre que se logra esa sensación de manejo muy de roadster.

Salto cuántico

Llama la atención el cuidado que se le ha puesto al rediseño del habitáculo, que integra nuevos materiales, dignos de mencionarse, que sustentan una nueva propuesta de diseño. La combinación de insertos metálicos con piel y plásticos suaves al tacto integran una imagen puramente deportiva, digna de mostrarse con el techo descubierto y que nos refiere de inmediato al tratamiento que suele darle la divisón AMG a los modelos más sofisticados de la marca.


La versión que tuvimos a prueba, por desgracia la más dócil de las que actualmente se encuentran en el mercado, monta un motor de cuatro cilindros de 1.8 litros y 184 caballos de fuerza, disponible con  transmisión manual, aunque  afortunadamente nosotros pudimos probar la automática 7G-Tronic Plus con paletas de cambio al volante.
El fabricante promete que, a bordo de esta configuración podemos alcanzar, arrancando desde cero, los 100 kilómetros por hora en siete segundos, pero justo en la caseta de la México-Cuernavaca, nosotros lo hicimos en algo más que eso.
Una de las maravillas que la marca de Sttutgart prometió arribarían con este modelo es el techo panorámico Magic Sky Control, que se oscurece a placer para filtrar con mayor eficiencia los rayos del sol y nos permite tener la sensación de llevar el techo descapotado, pues es capaz de ir desde lo más claro hasta lo más parecido a un techo totalmente oscurecido.


Como toda marca europea la posibilida de ahorrar combustible y ser más eficiente es parte de las nuevas tecnologías que ofrece y en este caso el sistema nos permite regular entre tres diferentes niveles, desde el más ecológico hasta el más deportivo donde podemos disfrutar de las mayores bondades dinámicas de este convertible.
Digna de reconocimiento es la interfaz multimedia, que ahora sí cuenta con la cartografía actualizada de nuestro país y en la que se puede controlar desde el teléfono hasta el reproductor de música, algo que aunque parece no modificar la conducción de un auto de este nivel, es imperdonable que no se tenga cuando se cuenta prácticamente con todas las opciones de seguridad y comodidad dentro de un auto de este precio.
Es grato ver que una marca con 125 años de historia está dispuesta a reinventarse para alcanzar los niveles de diseño y conducción que se encuentran en un auto como el SLK.

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