miércoles, 1 de junio de 2011

Automotrices alertan a Giorgi: hay 20.000 autos en la frontera.

Las automotrices le plantearon ayer a la ministra de Industria, Débora Giorgi, que cerca de 20.000 autos están afectados por las trabas a las importaciones aplicadas por Brasil y volvieron a alertar por el impacto que puede tener en la producción local.

En una reunión mantenida anoche, la funcionaria recibió a los presidentes de las terminales locales, agrupados en ADEFA, para analizar la situación del sector con vistas a la reunión que mantendrá mañana en Brasilia con su par Fernando Pimentel.

Si bien
Brasil liberó ayer unos 3.000 autos de las marcas Fiat, General Motors y Ford, había unos 20.000 que no podían ingresar a ese país, por lo que el número se redujo a 17.000, pero los fabricantes estimaron que cerca de 4.000 estarán saliendo hoy por camiones y barcos hacia ese país, lo que llevaría otra vez por encima de los 20.000 el número de vehículos afectados. Es cierto que hoy Brasil puede liberar otra partida de autos, pero esto no sería solución. El problema es que las automotrices no pueden dejar de enviar autos porque ya tienen los depósitos repletos de 0 km y deben despacharlos sí o sí porque de lo contrario deberían reducir el ritmo de producción y suspender turnos de trabajo.

Durante la reunión, que duró alrededor de una hora, Giorgi -que estaba acompañada por el secretario de Industria, Eduardo Bianchi- convino con los industriales que le comuniquen cuál es el tiempo mínimo para que el trámite de aprobación de las importaciones que realiza Brasil (las llamadas licencias no automáticas) obligue a parar producción. Originalmente, ese proceso puede llevar hasta 60 días, pero Brasil aceptó reducirlo a 10. La Argentina propuso que se baje a 4. Ahora en la reunión de mañana en Brasilia, Giorgi quiere llevar un plazo de negociación. Para eso, el titular de ADEFA,
Aníbal Borderes, se comprometió a comunicarse hoy con la funcionaria para darle una opción, luego de consultar con los presidentes de las empresas para que cada uno le informe de su situación.

En la reunión, Giorgi se mostró optimista por el encuentro de mañana con Pimentel, pero fijó claramente la posición con la que viaja a Brasil.
«Tenemos toda la voluntad de negociar, pero no vamos a hacer nada que afecte el proceso de reindustrialización argentino».

Según explicó la funcionaria, el sector automotor quedó en medio de un conflicto comercial mucho mayor. En realidad, se cree que Brasil puso restricciones a la importación de autos porque es una industria clave para la Argentina, pero no por cuestiones reales.

Giorgi presentó cifras que muestran que
Brasil tiene superávit con la Argentina en el sector automotor,

En ese sentido, la ministra planteó que teniendo en cuenta el perfil productivo argentino, con una clara participación del sector agrícola, el país tenga problemas para el desarrollo fabril de maquinarias agrícolas. En este sector, Brasil es muy importante y exporta ese tipo de bienes a la Argentina. En ese punto, Giorgi volvió a remarcar la necesidad de avanzar en la reindustrialización argentina.
por lo que no se justifican las trabas y explicó que debe negociar con firmeza porque si no, «van a frenar el ingreso de autos por cualquier cosa». Por eso, la idea de la funcionaria es que Brasil quite de la discusión comercial al sector automotor y que el debate se centre en los rubros donde hay realmente problemas.

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