sábado, 23 de abril de 2011

La cinco de Rápido y furioso, los autos son las estrellas.

Aunque la lista de bólidos es larga, entre los más llamativos destaca un Chevrolet Corvette Grand Sport 1966.

 

CIUDAD DE MÉXICO, 23 de abril.- La quinta entrega de Rápido y furioso Fast Five está por llegar a las salas de cine de nuestro país y, de nueva cuenta, los increíbles autos que aparecen serán los protagonistas.
Vin Diesel (Dom Toretto) vuelve a lucir vehículos dignos de colección, en medio de persecuciones de infarto, con una mezcla de clásicos y deportivos que conserva su amor por los muscle car.
Aunque la lista de bólidos es larga, entre los más llamativos destaca un Chevrolet Corvette Grand Sport 1966, con el que Toretto y O’Conner (Paul Walker) caen al vacío.
No podía faltar a la cita un  Nissan Skyline GTR, aunque a diferencia de los anteriores éste será un modelo 1972.
Una atípica mezcla de un deportivo italiano con motor americano (Ford) hará su aparición representado por un Tomaso Pantera de afilado diseño, que apenas sirve de contraparte para el Ford GT40 1966 que se luce en la pantalla grande.
Algo de lo más actual y rabioso que veremos en esta película será uno de los alemanes de producción más poderosos de su época, orgulloso heredero de las leyendas de Stuttgart, un Porsche GT3 2002.
Como en otras ocasiones, Toyota volverá a aparecer, representada por un Supra 1996, y tampoco se han olvidado de los Dodge Charger, que lucen pequeños junto al acorazado Gurkha LAPV, que fue montado sobre la plataforma de un Ford F550.

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