jueves, 19 de mayo de 2011

Autos Clásicos Y Replicas Que Nos Evocan A Otros Tiempos.

El mundo de los coches genera muchas de vivir la pasión por los vehículos, desde correr, arreglar, preparar, pero también el hecho de coleccionarlos, en el pasado Concurso de la Elegancia en Huixquilucan tuvimos la oportunidad de conocer a un entusiasta coleccionista que no sólo aprecia los autos ya que tiene también motos (y aquel día llegó en una BMW del ´75) y por si fuera poco fabricó una réplica del Ferrari Dino 246.

Es complicado plasmar con letras la pasión y los recuerdos de toda una vida de preparador, cuando cada auto nombrado evocaba un recuerdo y una historia que podíamos imaginarnos con cada palabra del Ing. Enrique Solís quien llegó a tener 36 autos restaurados pero ahora 'sólo' se quedó con 12 que son sus consentidos, además de 3 motos.

La colección de autos que pudimos conocer y pueden observar en la galería comienza con un Mach I del ´73, un Jeep Willys del ´56 el cual es una maravilla 'en persona', un Mustang GT del ´70, un Ford Galaxie del ´63 que en sus tiempos mozos fue el auto oficial de la policía estadounidense, Mustang Covertible del ´95 con preparación de ¼ de milla, un excelente Pontiac GT Fiero del ´67 con motor central.

Se complementaba la colección por una Chevrolet Pick Up del ´50 que es un auténtico mastodonte, un Safari ´76 y un clásico de clásicos el Volkswagen Sedán del ´69 con máquina 1500 cc.

Con respecto a las motos tiene una Kawsaki 454 LTD ´99, Triumph TR-6 del ´56, BMW R756 ´75. Todas ellas se olvidaban de las comodidades y seguridad de las motos del presente al contar con frenos de tambor activados por chicotes, al igual que una bicicleta.

Entre toda la historia que nos contó también se arrepiente de haber vendido algunas unidades que restauró y luego por necesidades económicas o simplemente vender se deshizo de piezas como un Jaguar del ´59, Mustang Shelby ´68, Porsche Speedster ´56, Jaguar S100 ´37, Corvette del ´74 y una moto Indian que no recordó el modelo.

Lo extraño o de llamar la atención de todos esos autos, es que no se encuentran guardados bajo capas de protección ni cámaras de temperatura controlada, ya que son utilizados para el uso diario, y el que más se disfruta en los días con lluvia es el Jeep Willys. Tal vez eso no es lo mejor para los puristas de la restauración, pero es saber disfrutar de sus juguetes y pasear con pedazos de la historia.

Pero la estrella de su colección es un auto extraño y llamativo cuando uno lo ve, que nos remonta a la Fórmula Uno de la época dorada donde eran auténticos motores con cuatro ruedas 'flacas' y el piloto controlaba el monoplaza con un volante del tamaño de una tapa de coladera y se encontraba a la intemperie sin ningún tipo de seguridad.

La réplica del Ferrari Dino por desgracia no cuenta con el motor V12, por costos y además de que es casi imposible conseguirlo de 'este lado del charco', por lo que tiene un bloque de 1.8 litros de origen Datsun al igual que algunas partes del chasis, y carrocería de aluminio al color Rosso Ferrari, puede sonar a aberración pero pocos tenemos la paciencia (8 meses) y recursos para hacernos nuestro propio carrito de verdad.

El Ing. Solís no sólo aprecia los autos antiguos y en el presente admira el diseño del BMW Z4 (y Z3) además de Focus en las versiones ST y RS, aunque dice entre risas que nunca se los compraría.

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