Esto, pese a los ajustes de líneas de producción que hicieron las armadoras aprovechando la semana santa, así como los paros técnicos que realizaron algunas de las empresas japonesas para amortiguar el efecto del sismo y tsunami del pasado 11 de marzo en Japón.
Aunque estimaciones realizadas con base en datos de dicha asociación sugieren que la producción podría situarse en un rango de entre 2.1 y 2.3 millones de unidades, con posibilidades de colocarse en la parte inferior del rango debido a la desaceleración que habría provocado los fenómenos naturales en la nación nipona que derivaron en el cierre de plantas de vehículos y autopartes, que distorsionaron la producción mundial de vehículos.
Cesar Roy, analista independiente de la industria automotriz considera que no hay que echar las campanas al vuelo. “Hay que ser cuidadosos de cómo se están dando las cosas a nivel mundial. Vamos a ver todavía escasez de componentes japoneses de aquí a julio, luego tenderá a bajar en los siguientes meses hasta normalizarse en noviembre, como lo han informado ejecutivos de Toyota y Honda”.
En abril, la producción de vehículos en el país totalizó 152 mil 514 unidades, cifra 10.4% menor a la reportada en el mismo mes de 2010 (170 mil 277 unidades).
En México, la marca que más resintió el desabasto de componentes japoneses fue Nissan, cuya producción en el mes de abril registró una caída de 29.8%.
La firma japonesa fabricó un total de 26 mil 281 vehículos, 11,168 menos que en el mismo periodo de 2010 (37,449 unidades), lo que afectó sus exportaciones, las cuales cayeron 27.8%, al pasar de 23 mil 642 a 17 mil 065 automóviles. Sin embargo, en el acumulado la producción y exportación de la firma de origen japonés presenta avances de 16.5% y 9.7%.
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