martes, 10 de mayo de 2011

TURISMO CARRETERA / QUINTA FECHA EN RIO HONDO.

SACALE UNA FOTO.

Leonel Pernía, hijo del Tano, corrió con la imagen de sus hijos dentro del auto y ganó su primera carrera en la categoría. Los Ford, que venían arrasando el fin de semana, quedaron atrás de su Chevrolet.

No hay dudas de que es un Pernía. Leonel, hijo del medio del Tano (Gastón es el mayor y Mariano, el lateral de Tigre, el menor), tiene la garra del viejo cuando éste era un férreo marcador lateral en Boca o un aguerrido piloto de TC. El Tanito logró su primera victoria en TC, tras 27 presentaciones, con el ímpetu de alguien que quiere cumplir los objetivos. Y Leo los tiene claros. “Primero quería ganar, y lo hice, así que ahora voy por el campeonato”, lanzó el de Tandil (nació el 27 de septiembre de 1975), padre de dos hijos, quienes lo vieron durante toda la final. “Thiago me dijo que pusiera la foto de ellos porque iba a ganar. Y la puse”, relató el piloto del JP.
Pernía debutó en la divisional el 8 de febrero de 2008 y este año recaló en la estructura de Banfield. Con el trabajo de Ricardo Gliemmo, DT de la escuadra, en los Chevrolet, tanto él como Matías Rossi, rápidamente fueron protagonistas. “No es fácil llegar al TC porque es muy competitivo. Este es mi segundo año completo y no puedo creer que ya esté acá. Con este triunfo me saqué una mochila de encima, pero tampoco me presionaba en conseguirlo porque siempre salgo a ganar”, señaló Leonel, quien recordó la primera vez que se subió a un auto de carrera. “Fue a los 23 años, en Balcarce, en el Ford de mi viejo. Yo jugaba al fútbol en Estados Unidos, pero cuando lo dejé le dije que quería ser piloto. Y hoy puedo decir que disfruto de lo que más me gusta. Este presente es soñado”.
La primera alegría grande del Tanito en TC (lo mejor había sido el cuarto puesto conseguido en Trelew este año) la cimentó desde la serie. En la largada, doblegó al Pato Silva en el frenaje de la segunda curva y trató de hacer el parcial más veloz para ganar el cajón de privilegio en la final, pero Lionel Ugalde no lo dejó. Sin embargo, Leo se jugó a realizar la misma maniobra en la final y le salió nuevamente. “Con el Pato la pensé el día anterior, porque así el año pasado había superado a Gianini. Con Ugalde fue casual porque él me cerró la cuerda, hice la tijera y lo pude pasar en la aceleración”, contó el Tanito, que con su Chevy se llevó la gran alegría de Termas cuando todo pintaba para Ford (el Ovalo había ocupado los cuatro primeros lugares de la clasificación).
Ya está. Leonel entró en la historia del TC por mérito propio. Y saca pecho cuando imagina que el apellido Pernía puede ser aún más reconocido. “Esto sirvió para corroborar que puedo pelear también en TC”, aseguró el actual subcampeón de TC 2000.
No hay dudas. Es un piloto de raza.

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