Más de 60 vehículos de colección participaron de la cuarta edición de esta competencia de regularidad que pasa por Salta y Jujuy.
Si bien son las más populares y conocidas, las competencias de autos no sólo estremecen por la velocidad. Hay otras, en las que participan autos clásicos y que son de regularidad. Pero aquí lo que cautiva es el estado en que se conservan modelos clásicos y su paso por imponentes paisajes de nuestro país. Esto fue lo que ocurrió en La Gran Carrera, evento que congregó a más de 60 piezas de colección que la semana pasada recorrieron el noroeste argentino.
Organizada por el Buenos Aires Auto Sport, y auspiciada por Audi y el Citi, esta fue la cuarta edición de una competencia que ya se está convirtiendo en una cita obligada para los amantes de los clásicos.
Con la largada en la Plaza 9 de Julio, del centro histórico de la ciudad de Salta, se dio inicio a La Gran Carrera. El primer tramo importante de carrera llevo a los competidores a atravesar la Quebrada de Cafayate, hasta la ciudad homónima. En competencias como estas, se pueden recorrer grandes distancias pero los tramos cronometrados suelen ser muy cortos y hay que realizarlos en un tiempo estipulado previamente. Quienes más cerca estén de ese “crono” recibirán menos penalizaciones.
El segundo tramo se inició con una pasada por el Autódromo de Salta, para luego emprender viaje hacia Jujuy, más precisamente a Purmamarca. Al día siguiente se cerró la competencia con una espectacular trepada, y posterior descenso, a la Cuesta del Lipán, con escala en Salinas Grandes, y un paso por Termas de Reyes.
El ganador de La Gran Carrera 2011 fue Luis Zerbini, navegado por su hijo, Leonardo, a bordo de un Alfa Romeo Giulia GT Bertone de 1969. Pero si bien todos los competidores quieren ganar, lo destacable de un evento como este es el disfrute que produce llevar esos clásicos por paisajes espectaculares.
Organizada por el Buenos Aires Auto Sport, y auspiciada por Audi y el Citi, esta fue la cuarta edición de una competencia que ya se está convirtiendo en una cita obligada para los amantes de los clásicos.
Con la largada en la Plaza 9 de Julio, del centro histórico de la ciudad de Salta, se dio inicio a La Gran Carrera. El primer tramo importante de carrera llevo a los competidores a atravesar la Quebrada de Cafayate, hasta la ciudad homónima. En competencias como estas, se pueden recorrer grandes distancias pero los tramos cronometrados suelen ser muy cortos y hay que realizarlos en un tiempo estipulado previamente. Quienes más cerca estén de ese “crono” recibirán menos penalizaciones.
El segundo tramo se inició con una pasada por el Autódromo de Salta, para luego emprender viaje hacia Jujuy, más precisamente a Purmamarca. Al día siguiente se cerró la competencia con una espectacular trepada, y posterior descenso, a la Cuesta del Lipán, con escala en Salinas Grandes, y un paso por Termas de Reyes.
El ganador de La Gran Carrera 2011 fue Luis Zerbini, navegado por su hijo, Leonardo, a bordo de un Alfa Romeo Giulia GT Bertone de 1969. Pero si bien todos los competidores quieren ganar, lo destacable de un evento como este es el disfrute que produce llevar esos clásicos por paisajes espectaculares.
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