sábado, 17 de septiembre de 2011

CELEBRAN EN BRASIL FRENO A AUTOS IMPORTADOS.

Los sindicatos e industriales brasileños aplaudieron la decisión del gobierno de la presidenta Dilma Rousseff de aumentar en 28% el precio de los automóviles importados -excluidos los del Mercosur y México-, ante la queja de los importadores, sobre todo de China.
    "Ninguna empresa tiene condiciones de invertir con estas medidas", dijo Sergio Habib, representante de la china Jac Motors en Brasil, que pretende abrir una montadora en el interior de Sao Paulo.
    La medida afecta a las marcas que no cumplan con el 65% de contenido nacional, sobre todo a las más populares en los últimos tiempos en Brasil como las chinas Jac y Chery, además de Kia, Land Rover, BMW, Suzuki y Volvo.
    La Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (FIESP) opinó que "la decisión del gobierno demuestra la preocupación sobre el escenario macroeconómico de la industria, con real sobrevaluado, tasas elevadas y caída de competitividad".
    El presidente de los metalúrgicos de Sao Paulo, Miguel Torres, dijo que la medida fue "corajuda".
    La Central Unica de Trabajadores (CUT), la principal del país, celebró la medida y pidió que las empresas instaladas en Brasil amplíen sus beneficios a los trabajadores.
    "Debe haber una contrapartida social más concreta", dijo el secretario general de la CUT, Quintino Severo.
    La Asociación de Importadoras de Vehículos (ABEIVA) denunció un lobby de las montadoras afincadas en Brasil y afirmó que China y Corea podrán acudir a la OMC por "proteccionismo".
    Los importados fuera de los acuerdos con México y el Mercosur responden por el 5,8% del mercado, pero su influencia en un año en las ventas brasileñas subió más del 30% respecto de 2010.

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