lunes, 5 de septiembre de 2011

Audi A1 S Line prueba.

Pequeños cambios o detalles pueden lograr que algo sea diferente, esto se aplica en todos los aspectos de la vida, pero en los autos una ligera modificación hace que algo ya conocido se renueve o simplemente se convierta en un producto distinto. Hace unos meses tuvimos la oportunidad en Autos Terra de conocer y manejar el A1, y ahora les traemos la versión con enfoque deportivo, el S Line.

Pasaremos rápidamente de la parte del diseño y apariencia ya que no cambia mucho, a no ser por los rines, alerón, difusor, escape, faldones, detalles en la defensa y terminación en aluminio del marco superior. Al interior tenemos asientos de corte deportivo con excelente soporte lateral y lumbar, insertos en aluminio, logo S Line y… ya.

Pero el cambio viene en las entrañas del pequeño auto que modifica el sistema de suspensión y escape además de una reprogramación de la computadora a bordo y una nueva puesta a punto de del turbo que en el A1 original ofrece 122 hp y ahora llega hasta los 185 hp con 250 Nm (antes 200 Nm), lo anterior podría sonar poco, pero realmente le dan una nueva cara al auto y una sensación de manejo totalmente deportivo, aunado al sonido del motor y la caja S Tronic de 7 velocidades con cambios al volante.

El Audi A1 fue concebido como el modelo de entrada a la marca y siendo un citadino puramente, con el A1 normal pudimos sentir cierta suavidad de la suspensión que se traducía en movimientos extraños en carretera así como un frenado no tan poderoso en situaciones de alta velocidad. Esos parámetros fueron los que queríamos comprobar con el S Line y es un hecho que fue mejorado.

Tomamos carretera libre, rumbo a la Panamericana original, pero las obras nos impidieron seguir a buen ritmo por lo que el viaje se tornó en algo de aventura al decidir de último momento dar la vuelta hacia una carretera que no conocíamos y menos saber dónde saldríamos. De Toluca a Querétaro 'puebleando' el auto alemán visitó zonas rurales y carreteras serpenteantes con largas rectas medianamente solas que de vez en cuando se interrumpían por camiones de carga, tractores y ganado.

Cuando comenzamos a manejar nos dimos cuenta que S Line se diferenciaba mucho del A1 recatado de 122 hp, el sonido del motor pronto nos invitó a conducir 'alegremente', usando el modo manual para acelerar, frenar y recuperar velocidad, los frenos eran potentes, y la estabilidad del auto era transmitía en todo momento a nuestras manos, algo que a velocidad hacía que se sintieran mucho las imperfecciones del camino, pero al final así es como debe ser un auto de este tipo.

La aceleración del A1 S Line fue sobresaliente gracias a la potencia y al peso de 1,190kg, pero el hecho de ser un deportivo no hacía que un camino rural y en ciertas padres empedrado fuera una tortura a nuestra espalda y a donde termina la misma, ya que la suspensión llega a absorber mucho, podría opinar que se encuentra en un excelente punto medio ya que tampoco pasar un tope supone raspar toda la parte baja o dejar parte del difusor delantero.

El A1 es buen producto en cuestión de costo/beneficio, pero el manejo nos hacía sentir que le faltaba algo, y por ello llegó la versión S Line aderezada con unos cuantos caballos más pero que sigue siendo un auto que puede ser usado en la ciudad en el día a día, sin duda la apariencia del S Line es algo engañosa ya que dentro de ese inofensivo A1 se esconde un deportivo de manejo divertido.

Posiblemente lo que no guste tanto a los seguidores de la marca es el precio que se divide en dos versiones el S Line $ 317.400 pesos y el S Line Plus que fue el que probamos que ofrece, sistema de sonido BOSE, arranque sin llave y techo panorámico por $ 407,400 pesos.

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