jueves, 8 de septiembre de 2011

Juvenil y diferente: Chevrolet Sonic LTZ 2012.

El Sonic es parte de la estrategia de resurgimiento de Chevrolet después de la quiebra, lo que se traduce en un auto muy bien pensado que busca agradar al público gracias a su diseño deportivo y su economía.
Hace un par de años, General Motors tuvo que declararse en quiebra debido a la crisis  económica que atacó al mundo entero. Después del rescate efectuado por el gobierno de los Estados Unidos, GM se vio obligado a idear un plan para, literalmente, salvar su vida. Parte de este plan fue deshacerse de varias marcas que tenían. Pero vender parte de la compañía no sería suficiente, por lo que había que crear productos nuevos para las marcas que seguirían como parte de General Motors.
Lógicamente Chevrolet sería la punta de lanza, por lo que había que  renovar su portafolio con productos innovadores y económicos que llamaran la atención y le ofrecieran una buena relación valor/precio al usuario, y es justo aquí donde entra el nuevo Sonic.
Su diseño es innovador y agresivo, y es ahí donde se encuentra su principal atractivo. No pretende en ningún momento parecer un auto deportivo, sin embargo su estilo es juvenil, y nos hace darnos cuenta que no es un auto aburrido. Detalles como los faros delanteros sin mica y la una cintura alta lo hacen ver musculoso a pesar de ser un subcompacto familiar.
Este pequeño sedán cobra vida gracias a un motor 4 cilindros de 1.6 litros con 115 caballos de fuerza. Nuestra versión de pruebas venía equipada con la caja automática de 6 velocidades.
El rodamiento se siente un poco áspero, sobre todo al acelerar para hacer algún rebase. Fuera de eso el manejo es bueno, la dirección se siente precisa y la entrega de la potencia del motor comienza desde la parte baja de tacómetro.
En ciudad se siente ágil y su tamaño nos permite sortear el tránsito sin mayores problemas. La suspensión absorbe bien las irregularidades del pavimento y aunque a los asientos delanteros les falta un poco de soporte lateral, son bastante cómodos, por lo que no se sufre tanto estando detenido en el tránsito citadino.
En el interior el diseño sigue siendo una de sus cartas fuertes. La versión LTZ tiene interiores bitonos que uno podría esperar encontrar en autos de segmentos más caros. La calidad de los materiales es muy buena y el ensamble es excelente. Desde el asiento del conductor uno podría sentir que está en un auto más caro.
El espacio en las plazas traseras es de tamaño promedio pero la cajuela es bastante amplia, quizá un poco más de espacio para las piernas atrás y un poco menos de cajuela hubiera sido mejor, pero eso dependerá de las necesidades de cada quién.
El equipamiento es bastante bueno y aunque cada vez es más común ver tecnología como Bluetooth en los autos, se agradece que el Sonic cuente con ella.
Autos como el Sonic, con su diseño atrevido y su excelente relación valor/precio, son los que han hecho que General Motors vuelva a ser la potencia automotriz que era hace algunos años ya que en esta ocasión este auto no se vende únicamente en mercados en desarrollo, sino que se comercializa en los principales mercados mundiales de la marca.

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